8 ene 2012

Valentín Bulnes


Valentín Bulnes con "Pepita" en Melilla



Vicente Matallana Bulnes, nieto del Tte General Bulnes, escribió un comentario en "Jinetes de todos los tiempos"


 sobre su abuelo, que tuvo su réplica, y acabó con este nuevo comentario de Vicente que transcribo por considerarlo de interés.

"A ver, la linea entre la realidad y la ficción ha sido siempre extremadamente tenue en mi familia, debido a un brutal sentido del humor y cierta tendencia a actividades o situaciones increíbles, por lo que saber lo que es cierto o no nunca ha quedado claro.

Según me contó mi tío Arias, el general de división Arias Bulnes Alonso-Villalobos, la historia del paracaidismo es como sigue ( a mi el tío Arias siempre me dio mucha seguridad):

Valentín,debía de tener más de 60 años, iba a pasar a la reserva activa, cuando pidió el traslado a paracaidistas con voluntad de aprender a saltar. Contextualicemos que era en ese momento teniente general y había tenido mando de capitán general en Asturias.

La cuestión es que ante esa petición fue llamado por el ministro del ejercito, no debía en cuanto a grado tener mucha gente más por arriba, el cual le dijo "mi general, tiene que comprender que a nuestras edades hay cosas que no se pueden hacer". Valentín pidió permiso y se retiró.

Por aquel entonces había una yegüita en el hipódromo que siempre quedaba tercera, cuarta, por lo que Valentín llegó a la conclusión de que simplemente la montaban mal. Se la compró, la dejó descansar una semana, la entrenó dos y se presentó, según me contaron, a la gran copa del generalísimo, y según parece ganó.

Al día siguiente se fue al despacho del ministro del ejercito con un ejemplar del Marca debajo del brazo y dijo "esto es lo que yo hago a mis sesenta y x años".

Valentín tuvo su traslado y saltó en paracaídas.

Así me lo contó mi tío Arias y el siempre me ha dado mucha confianza, era un general muy serio.

Conociendo a Valentín la historia no es tan improbable ni rocambolesca como parece, entra casi dentro de lo cotidiano. Lo que yo si que recuerdo es que mi madre se negó a que nosotros hiciésemos paracaidismo, como quería Valentín, más que nada porque yo debía tener 8 años.

Vicente"



"Querido Chevi:
Valentín Bulnes era tío mío, la madre del que escribe es prima mía (Bulnes Álvarez), aparte de eso, tuve mucha relación con él, porque compartíamos entre otras pasiones los caballos y La Legión.La historia es exacta, excepto en los empleos, Valentín era Coronel y, efectivamente, intentó hacer el curso de paracaidista, no le dejaron y entonces hizo el curso civil; cuando ascendió y fue General 2º Jefe en el Sahara, consiguió de su amigo el entonces Teniente Coronel Pallás que le dejaran hacer cuatro saltos de avión militar al año y en una de las captaciones de los paracas, cuando estaban esperando al General con la guardia formada en el BIR, apareció por el aire dándose además un talegazo de consideración. Te podría contar mil anécdotas suyas, porque era un fuera de serie.Era Medalla Militar individual, hizo gran parte de la guerra en la Bandera legionaria de carros de combate, combatió en Rusia con la División Azul y fundó uno de los Grupos Ligeros de La Legión ( el otro lo fundó su hermano Arias).Como jinete fue muchas veces jefe del equipo internacional y corrió en el hipódromo hasta después de ascender a General.
Un abrazo

Juan Ignacio Salafranca Álvarez
Instituto de Historia y Cultura Militar"






José V. Ruiz de Eguílaz y Mondría


3 comentarios:

Juan QLL dijo...

Montábamos, en la entonces EAE, mi hermano Alfonso, mi primo Santi, los hermanos Ybarra, y seguro que algunos más. Debía ser el año 1972. El General Bulnes montaba muy a menudo su caballo de raza árabe, entero, alazán y muy bonito, de nombre Genil.
Además de vez en cuando nos permitía montar su caballo. Éramos muy pequeños pero todos los que entonces le conocimos guadamos un gran recuerdo de él.

Geppetto dijo...

Conoci bien al General Bulnes, tomaba el aperitivo con el muchos medio dias en el Roma, te aseguro que es cierta
No se cortaba un pelo.

José Luis dijo...

En 1964 cumpliendo el servicio militar obligatorio, en batallón de automóviles del Sáhara, el entonces Don Arias Bulnes, cumplía su cometido cómo teniente coronel jefe de ese batallón. A pesar de tener designado un camion de transportes marca Barreiros, me destinaron durante un mes a hacer de instructor con un vehículo ligero para sacarse el carnet de conducir tanto paracaidistas como legionarios. Habiendo cumplido el mes, regresé a la base de automóviles en el Aayun, mi sorpresa fue cuando D. Arias estaba revisando mi camión, al mismo tiempo que preguntaba de quien es este camión. Entonces me presenté y le dije a sus ordenes mi teniente coronel, este camión se me ha sido asignado. Al ver que este camión llevaba en el parachoques un tornillo sin engrasar, me volvió a preguntar desde cuando no se engrasada y lo que conteste que hacía un mes.... Q había estado cumpliendo otra misión y sin ver el camión. Al mismo tiempo D. Arias me soltó un tortazo en la oreja izquierda, mientras me decía que lo podía haber contestado antes. No le guardo rencor y que en paz descanse. Pero aún noto silbidos en la oreja izquierda.