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3 may 2019

LA CABALLERÍA LEGIONARIA










LA CABALLERÍA EN LA LEGIÓN

POR
J I Salafranca


En la época de creación de La Legión (Tercio de Extranjeros), las Unidades, incluso Grandes Unidades, Brigada y División eran orgánicas y cada una de su Arma; aunque se operaba con organizaciones interarmas (columnas), éstas eran agrupamientos temporales para cada operación.
El talento militar de Millán-Astray vió claramente las ventajas de que quienes operaban unidos lo estuvieran desde su instrucción y, sobre todo las Armas que más interoperaban, Infantería y Caballería. Esto lo tenía igualmente claro Franco, Jefe del Tercio de Extranjeros desde 1923, por eso, al reorganizarse el Tercio, pasando a denominarse Tercio de Marruecos por Real Orden de 16 de febrero de 1925, en su plantilla aparece un Escuadrón de Lanceros a cuatro Secciones con lanzas y carabinas y una Sección de Caballería de depósito, esta última en la Plana Mayor del Tercio. Dos días después se nombra al ya Coronel D. Francisco Franco Bahamonde Jefe de este Tercio de Marruecos.
El Escuadrón eligió como Guión el de los Reyes Católicos en la toma de Granada
Fue el primer Capitán del Escuadrón D. Pedro Sánchez-Tirado y Vázquez de Zafra, habiéndose incorporado previamente el Teniente D. Rafael de Cárdenas Moya, para encargarse de los primeros pasos en la organización. Como caso curioso, un Oficial del Escuadrón, el Teniente D. Gonzalo Fernández de Córdoba y Ziburu, llegaría con el tiempo a ser Inspector de La Legión como Jefe de Estado Mayor Central.
Lamentablemente, el Escuadrón creado aquel mismo año de 1925, no tuvo oportunidad de demostrar su valía en el desembarco de Alhucemas, meses después, al haberse decidido prescindir del ganado por las dificultades de abastecimiento de agua. No obstante, sí actuaría, y brillantemente, en las últimas operaciones de pacificación del Protectorado de Marruecos.
Proclamada en España la República, las reformas militares de ésta, hacen desaparecer el Escuadrón en 1932, dejando a La legión huérfana de su Caballería por largos años.
En 1958, finalizada la campaña de Ifni-Sahara, se transforman el tercer y cuarto Tercios En “Tercio Sahariano Don Juan de Austria” 3º de La Legión y “Tercio Sahariano Alejandro Farnesio” 4º de La Legión, con sedes respectivas en Aaiún y Villa Cisneros y en sus plantillas figuran para cada uno dos Banderas, un Grupo Ligero Blindado y una batería transportada. De nuevo vuelve la Caballería a La Legión.
Como nota curiosa señalar que los primeros Jefes y organizadores de los dos grupos fueron dos hermanos los Tenientes Coroneles Valentín y Arias Bulnes Alonso-Villalobos. El primero, Medalla Militar individual, ya tenía una trayectoria legionaria anterior, por haber combatido en la guerra de 1936-39 en la Bandera Legionaria de Carros de Combate; volvería a tener Asus órdenes los dos Grupos como General segundo Jefe del Gobierno general del Sahara y llegaría posteriormente a Teniente General. Era un personaje con una vida llena de situaciones curiosas; fue Profesor de Educación Física, Profesor de Escuela de Equitación, Especialista en Carros de Combate y Automóviles, entre otros cursos. Consumado jinete fue jefe del equipo español en numerosos concursos internacionales y, sin abandonar su trayectoria militar, siguió practicando su afición hasta después de ascender a General, corriendo en el hipódromo en carreras de gentlemen. Solicitó de Coronel (58 años) el curso de paracaidista, que no le concedieron por no haber plazas de Coronel de Caballería, realizó entonces el curso civil y siguió practicando este deporte, además de la esgrima, donde también destacó.
Otro caso curioso es el de los Suboficiales de los Grupos, procedentes en un principio del Arma de Caballería, al igual que los Oficiales, mientras que la tropa era legionaria. Pues bien, con el transcurso del tiempo, al menos tres de aquellos Sargentos, tras su paso por la Academia de Valladolid, fueron Capitanes en los Grupos. Aún a riesgo de incurrir en alguna omisión cito de memoria los nombres de Alfonso Beneito Abellán, Sigfredo Girón Arribas y Pedro Atienza Alejandre.
Los dos Grupos adoptaron como Guión el que había sido del Escuadrón de Lanceros. Su plantilla la constituían dos Escuadrones Ligeros y un Escuadrón de Plana Mayor, además de la Plana Mayor de Mando.
Siguieron las vicisitudes de sus Tercios por lo que, al producirse la evacuación del Sahara, el Grupo del 4º tercio quedó disuelto y el del 3º se trasladó a la isla de Fuerteventura, nueva guarnición del Tercio, quedando como único Grupo de Caballería de La Legión.
En una de las reorganizaciones del Ejército español, se decidió el traslado a la península del Grupo de Caballería, integrándolo en el 4º tercio que había renacido en la bella ciudad de Ronda como Tercio de Apoyo y que volvía a ser operativo. El 13 de noviembre de 1985 el Grupo embarcó en Fuerteventura y tan pronto como desembarcó en Málaga se le retiró todo el material pesado, quedando solo con el armamento individual.
Un año después, recibió los VEC (Vehículo de exploración de Caballería) en aquel momento el más moderno material del Arma. Tras una brillante actuación en el ejercicio Schiderhannes, en competición con otras Unidades de Caballería de la OTAN, eL Grupo desaparece nuevamente; en esta ocasión la expresión oficial es “desactivado”. Su Guión se entrega al General Jefe del Mando de La Legión, para su depósito en el Museo de La Legión en Ceuta.
Por fín, tras la creación de la actual Brigada “Rey Alfonso XIII” II de La Legión, una reorganización decide dotar a ésta de un Grupo de Caballería de Reconocimiento que recibe todo el legado de la Caballería legionaria.
La Congregación de Mena contó en sus desfiles procesionales de la Semana Santa de los primeros años 80 del pasado siglo con una Escuadra de Batidores a Caballo. Al crearse de nuevo el 4º Tercio, Una de las Compañías de la XIII Bandera era de Policía Militar y con el fín de patrullar el cuartel de Montejaque y el campo de tiro de Las Navetas, contaba con una Sección a caballo; de esta Sección salió esa Escuadra de Batidores que por iniciativa del General Pallás escoltó a nuestro Cristo de la Buena Muerte.
Pero hablar de jinetes en La Legión obliga a recordar a uno que nunca formó en el Grupo, pero ganó dos Medallas Militares individuales como Oficial de La Legión en la V Bandera; se trata de D. Jesús Andújar Espino, hombre de un valor extraordinario, demostrado en su trayectoria durante la guerra de 1936-39 y luego con la División Azul en los helados campos de Rusia, ya que su destacadísima actuación en la batalla de Krasnij Bor bien merecía una nueva Medalla Militar, incluso una Cruz Laureada de San Fernando. Fue modelo de legionarios, fiel cumplidor de los Espíritus de nuestro Credo y brillante jinete internacional, pese a la limitación de haber perdido varios dedos en aquella campaña de Rusia.
Juan I. Salafranca Álvarez








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