7 jul 2013

UN CABALLO ESPOLEADO POR EL ORGULLO











“Achtung”, un corcel que jamás ganó una carrera importante, vence en el Gran premio de Madrid (30-06-2013) el mismo día que muere de Leucemia su entrenador.



El purasangre “Achtung” vence en la carrera del domingo día 30 del mes pasado en el hipódromo de La Zarzuela. / Revista “a galopar”.

             Algo especial y mágico a un tiempo sucedió en la tarde del pasado domingo día 30 de junio en el madrileño hipódromo de La Zarzuela. Algo que convirtió las gradas y todos los espacios del recinto en un emotivo clamor y en un estallido de aplausos que no cesaban, además de abrazos y sollozos,. “Si nadie daba un duro por este caballo...”, era el comentario más generalizado. Sin embargo, Achtung, que así se llama este purasangre de cuatro años, cruzaba contra todo pronóstico (las apuestas estaban 40 a uno en su contra) el primero la línea de meta de la carrera más importante de España, dotada con 85.000 euros, de los que 50.000 eran para el primer ganador.
           Se daba la triste circunstancia de que cinco horas antes de su primera gran victoria, su entrenador de siempre, Roberto López, de 42 años, moría en un hospital madrileño a causa de una Leucemia. El público lo sabía y, por eso, lloró de emoción.
          Se celebraba la 78ª edición del Gran Premio de Madrid, la prueba reina de las carreras de caballos en España, la más emblemática y relevante. Doce caballos disputaban ganar este conocido premio. Ese era precisamente el gran reto que tenía el entrenador Roberto López. Todos los propietarios de purasangre, entrenadores y jinetes sueñan con el Gran Premio de Madrid, que se remonta a 1.919. Todos quieren lucir sus colores en la pista, ya que sus ganadores escriben con letras de oro su nombre en su historia de la hípica nacional. Entrenadores y jinetes preparan juntos la estrategia de todo el recorrido y Roberto López, a pesar de la enfermedad, estuvo junto a su caballo casi hasta el último momento, unas semanas antes de fallecer, Achtung era una de sus grandes pasiones a pesar de sus escasos resultados. Por eso, su gran sueño era ganar con el caballo el Gran Premio de Madrid. No obstante, pocos, a parte de su jinete, Mario Gomes, creían en este purasangre. Pero Roberto siempre fue un luchador.
          Los años que el hipódromo madrileño permaneció cerrado, emigró a Francia y allí estuvo formándose para regresar a España en cuanto La Zarzuela reanudó su actividad habitual. Ahora amaba a este ganador, en el que había puesto toda su fe.
          La carrera transcurría según lo previsto: Achtung estaba entre los últimos caballos, como casi siempre. Parecía su destino. Entre Copas, el favorito, destacaba.
          Pero de repente, en la recta final, el pupilo de Roberto, que casualmente llevaba el número 1, apareció desde los últimos puestos como una exhalación, y progresando tranco a tranco, fue aproximándose a Entre Copas. Le alcanzó en la línea de meta. Realmente parecía correr empujado por una mano que no era la del jockey. Algunos asistentes llegaron a decir que “era un milagro” y que “quien le empujaba era su entrenador”.
          Cruzó la meta medio cuerpo por delante de Entre Copas. El aplauso fue atronador, máxime cuando todo el hipódromo estaba impresionado con la noticia de la muerte de Roberto. Su jinete no paraba de llorar porque no se lo creía. Él mismo decía que se había sentido volar y que la victoria era de Roberto, que estaba allí entre ellos. Eso era lo que opinaba todo el mundo en la grada: “Es como un milagro”.

VIDEO DE LA CARRERA
En la recta final, el purasangre pasó de los últimos a los primeros puestos.




Francisco Javier de la Uz Jiménez

10 comentarios:

Gonzalo Rodríguez-Colubi Balmaseda dijo...

No se me ocurre más que ¡qué bonito!, Javier.

Anónimo dijo...

Usemos la navaja de Guillermo de Occam : Que tal, si a modo de despedida honorifica el resto de los
jinetes hubieran decidido dejarlo
ganar,se ve una cierta contención
generalizada .¿ Mucho más logico no ?

Chevi Jr. dijo...

Efectivamente Anónimo, yo si fuera propietario de cualquiera de los otros no tendría inconveniente en dejar perder la oportunidad de que mi caballo gane el GP de Madrid y todo lo que ello supone.

Javier de la Uz dijo...

Anónimo, me gustaría conocer tu nombre, para saber en este caso, quién hace de “abogado del diablo”.

Según mi modesto criterio, parece que has visto “muchas” carreras de caballos en un hipódromo, al afirmar: “se ve una cierta contención generalizada”. De todas maneras, me extraña mucho, que estando en juego el más importante premio del Turf español y 50.000 euros de premio al caballo ganador, se dejen ganar todos a modo de despedida honorifica. Aún así, puedes tener razón, o no.

Eduardo Gortázar dijo...

Las carreras de caballos se rigen en España por el "Código de Carreras" que edita la SFCCE y que en su Artículo 106 dice: "Circunstancias prohibidas en las actuaciones.
I. Está prohibido hacer correr a un caballo sin la intención de obtener la mejor clasificación posible en la llegada.
Todo jinete está obligado a procurar que el caballo que monte obtenga la mejor clasificación posible en la llegada."
Esta infracción está sancionada como "muy grave" en el mencionado código, que podría llevar a los jinetes a la retirada de sus licencias para montar.
Creo que no debemos poner en duda el honor de los jockeys con un comentario desafortunado.

Por otro lado y volviendo a la carrera, dudo mucho que los cinco fustazos que se llevó "Entre Copas" en la recta de llegada fueran simples caricias para disimular.

Un abrazo a todos.

Y ya que hablamos de carreras´, al que le guste el turf, no debe perderse la llegada del mítico "Red Rum" en el Grand National de 1973. Os dejo el enlace y pasad tres minutos apasionantes.


https://www.youtube.com/watch?v=pxYPKcJM9vE

Pinki dijo...

Anónimo, qué quieres que te diga, pero a mí ni se me había ocurrido, creo que es mucho más simple pensar que ha ganado porque sencillamente ha sido el mejor que porque el resto se ha dejado.

Aunque bueno, igual tú ves más simple el tongo, eso dice mucho de tu entorno.

Anónimo dijo...

pinki, pinki ... "Hay más cosas entre
el cielo y la tierra de las que tu filosofía piensa" .

Chevi Sr dijo...

Anónimo por favor cuéntanos eso que tu ves entre el Cielo y la Tierra, y los simples mortales no vemos; y menos Pinki, tan limitadito él.

Julio Romay dijo...

Javier, sólo decirte que a todo al que le he enseñado esta entrada se ha emocionado, para mí eso es lo importante. Por otra parte, como sabes he tomado parte en solo una carrera en el hipódromo de la Zarzuela, no soy ningún técnico. Pero te puedo asegurar que observando el momento de empezar a atacar casi terminando la curva de Zarzuela que es el adecuado en una carera larga de 2500m y la forma de correr los últimos 200m donde no sólo "Entre Copas", sino la posición y el movimiento de los brazos de los seis primeros jockeys, fustazos incluidos lo confirman, no hay ninguna duda en la merecida y emotiva victoria. Pura filosofía.

Eduardo Zamora Torres dijo...

Como por desgracia, en esta España nuestra, casi todo lo que nos rodea es corrupción, enjuagues, mangoneo y mucho sinverguenza suelto, pues este episodio del caballo de carrera lo queremos ver igual. Uno más de tantos enjuagues.
PUES NO SEÑOR. Cuando un episodio como este. que es tan bonito, entrañable y emotivo, hay que resaltarlo y no querer echarle porquería encima.
Todo aquel que tenga una pizca de sensibilidad, y lea este episodio, sin lugar a dudas se emocionará y se le nublarán algo los ojos.
Lo imposible, un SER grande, lo hace posible.