14 mar 2016

ABENCERRAJE Y EL ARTILLERO




















Abencerraje es el caballo de bronce que hay en la antigua Brigada de Caballería Castillejos, hoy Brigada polivalente Aragón. Tal vez como un presagio de mal agüero, el cierzo tiró al suelo la estatua de bronce. Menos mal que hay un Artillero que con nostalgia de tiempos pasados lo consuela.



Comentario del Coronel Ángel Cerdido, padre del autor de la entrada, que por su interés añadimos a la misma.

La estatua de bronce del caballo "Abencerraje", la encargó "Blanca" la viuda del capitán Monasterio jinete del referido semoviente.
El "monas" como cariñosamente le llamaban sus compañeros, era sobrino del general de Caballería Jose Monasterio Ituarte el mismo que en 1938 en Alfambra (Teruel), dirigió lo que se ha considerado la última carga de Caballería de la historia militar de España.
El grupo escultórico se completaba con un brazo humano que salía de una lápida y cogía las riendas del caballo, de ahí el gesto del caballo con el cuello hacia abajo y su triste mirada.
No le permitieron a Blanca colocarla en la tumba de su marido, en el cementerio de Torrero, por lo que años mas tarde apareció en la Academia, sustituyendo al ya conocido T-26 y que con tanto mimo cuidaba el entonces comandante Ferrer.
El Coronel Julio Ferrer Sequera como se ha dicho fue un gran militar, ejemplo de boina verde y un magnífico historiador. Gran amigo de Berlanga y su asesor militar en esa gran película que es "La vaquilla", donde pudimos ver por última vez al citado T-2

Angel Cerdido Peñalver






Angel Cerdido Gastesi

4 comentarios:

Joaquin Serrano dijo...

En relacion con Abencerraje, recuerdo que cuando yo vivi en Zaragoza entre 1979 y 1983, solia ir invitado a comer muchos domingos al club de oficiales de la Academia General Militar cercana a la piscina donde había un carro ruso T-26, del que tengo una fotografía con mi hija mayor, y este fue reemplazado por una estatua de bronce a tamaño natural de un caballo y que, por lo que me dijeron, había sido donado por la viuda del general Urrutia que lo había encargado para ponerlo encima de la sepultura de su marido, cosa que no fue autorizado por lo que decidió finalmente donarlo a la AGM y de ahí que fuera instalado en el lugar que ocupaba el carro T-26 que, a su vez, fue puesto en manos del entonces Comandante o Teniente Coronel Julio Ferrer Sequera para su rehabilitación cosa que consiguió brillantemente mostrándose el carro rodando en cuantas visitas oficiales acudían a la AGM.

Es posible que ese caballo sea el que ahora esta instalado en la Brigada “Aragon” antigua “Castillejos”.

Por cierto eso de las Brigadas Operativas Polivalentes me recuerda cada dia mas a las “viejas” Brigadas Mixtas del Ejercito Popular de la Republica. ¿Por qué será?

Un cordial y marcial saludo.

Angelito Cerdido dijo...

Afirmativo en lo referente a la estatua de bronce de Abencerraje. Además de ser cierto todo lo dicho en el anterior comentario, se trata del mismo caballo. Somos muchas generaciones las que nos hemos subido tanto al T-26 como en Abencerraje cuando ambos estaban situados a la entrada del Club de Oficiales.
La estatua la trasladó a la BRC Castillejos su entonces General D. José G. Benavides (el Pájaro), conocedor de la historia de Abencerraje, en un gesto que le honra.
La triste noticia es el fallecimiento hace apenas veinte días del Coronel D. Julio Ferrer Sequera, gran militar y guerrillero, poseedor de una amplia cultura y de una especial y gran personalidad. Una persona muy querida. DEP.

Angel Cerdido Peñalver dijo...

La estatua de bronce del caballo "Abencerraje", la encargó "Blanca" la viuda del capitán Monasterio jinete del referido semoviente.
El "monas" como cariñosamente le llamaban sus compañeros, era sobrino del general de Caballería Jose Monasterio Ituarte el mismo que en 1938 en Alfambra (Teruel), dirigió lo que se ha considerado la última carga de Caballería de la historia militar de España.
El grupo escultórico se completaba con un brazo humano que salía de una lápida y cogía las riendas del caballo, de ahí el gesto del caballo con el cuello hacia abajo y su triste mirada.
No le permitieron a Blanca colocarla en la tumba de su marido, en el cementerio de Torrero, por lo que años mas tarde apareció en la Academia, sustituyendo al ya conocido T-26 y que con tanto mimo cuidaba el entonces comandante Ferrer.
El Coronel Julio Ferrer Sequera como se ha dicho fue un gran militar, ejemplo de boina verde y un magnífico historiador. Gran amigo de Berlanga y su asesor militar en esa gran película que es "La vaquilla", donde pudimos ver por última vez al citado T-26.

Julio Romay dijo...

Siempre me gustó acariciarlos, una caricia da vida a un caballo aunque este sea de bronce