22 sept 2018

UN SACERDOTE















UN SACERDOTE COGE SU PISTOLA


La recuerdo bien. Usted estuvo en el asalto a la capilla de la Facultad de Psicología, gritando […] arderéis como en el 36 […]
Usted no había nacido en el 36. Yo, sí. Y asistí a lo que habría hecho usted. Arderéis como en el 36. Mi congregación tenía una casa en Barcelona, en el Coll. La parroquia era la casa de los pobres. Vinieron unos milicianos llenos de odio –como usted–, mataron a los sacerdotes, incendiaron la iglesia, y los pobres se quedaron en la calle.
Unas religiosas regentaban gratuitamente una escuela para los hijos de los obreros. Fueron asesinadas, se cerraron las escuelas. Los niños se quedaron sin escuela. Era el programa de los del 36, que usted quiere implantar de nuevo con su Podemos.
Sus compañeros del 36 asesinaron a miles de ciudadanos, por ser sacerdotes, religiosos, religiosas, simples cristianos. Sin juicio. ¿Piensa instaurar el terror como en el 36?
Sus palabras, sus amenazas, parecen decir que sí, que no imperará la ley, el respeto, sino el odio. Arderéis como en el 36. ¿Cree usted que su partido, su ideología, su actitud de asaltante, mejorará la sociedad española? Soy un sacerdote y profesor. He recorrido medio mundo sembrando amor, respeto, alegría. Ahora, ya mayor, vivo feliz.
Mi mensaje: la vida vale lo que vale el amor. Vivo sembrando felicidad, sonriendo, dando paz. No parece que este mensaje mío sea también el suyo: arderéis como en el 36.
Piénselo bien, militante de Podemos, Rita Maestre. Si no siembra felicidad, amor, respeto, ¿cree que tiene sentido su vida?
Con todo respeto.

Rafael Carbonell
Sacerdote





Chevi Sr.

1 comentario:

Javier de la Uz dijo...

¿QUÉ ES UN SACERDOTE?

Es Aquél a quien todo el mundo explica sus problemas, pero quien generalmente no tiene a quien explicar los suyos.

Es Aquél que levanta a los demás cuando caen, pero a quien hunden cuando tropieza.

Es Aquél que ayuda a los demás a levantarse de sus errores pero que no tiene derecho a nunca errar.

Es Aquél que perdona todo lo que le dicen y hacen, pero a quien generalmente nunca se le perdona una palabra desacertada ni un mal acto desafortunado.

Es Aquél que reza por todo el mundo, pero por quién casi nadie reza.

Es Aquél que ora para que todo el mundo sea feliz y bendecido por Dios, pero quien no tiene derecho a que su familia sea feliz teniéndolo a su lado.

Es Aquél que continuamente trabaja en bien de los demás, incluso estando de vacaciones.

Es Aquél que duerme tarde, que carga el peso de las almas que tiene encomendadas, el peso de la responsabilidad de las vidas de sus feligreses, el que se preocupa de los problemas de los demás más que de los suyos propios.

Es Aquél que tiene mucha gente en su entorno, pero en realidad está solo.

Es Aquél que a veces sufre y se entristece sin que nadie se dé cuenta.

Es Aquél que no puede tener una vida sencilla, ya que se espera de él que sea constantemente un modelo y ejemplo de vida cuando habla, camina...

Es Aquél que tiene tiempo para todos, pero que nunca tiene tiempo ni para él ni para su familia.

Todo el mundo piensa que Dios se encarga de él y, por eso, nadie se preocupa de él.

Tal vez nunca te has dado cuenta de que Aquél que te enseña el Evangelio, te expone la doctrina y te abre las Puertas del Cielo por medio de los Sacramentos, es un SER HUMANO, con sus virtudes y sus defectos.

Pero a pesar de sus debilidades es un verdadero hombre de Dios, consagrado por Él para ser otro Cristo en medio del mundo y, por ello, hay que rezar mucho por los Sacerdotes, para que permanezcan siempre en la verdad y sean fieles hasta la muerte.

Sacerdote, Ministro de Cristo
que dices la Misa al pie del Altar
y con cinco palabras tan solas
al Rey de los Cielos le hacéis de bajar,
beso tus manos sagradas
ungidas para bendecir y santificar.

RECEMOS POR NUESTROS SACERDOTES QUE SON UN REGALO DE DIOS PARA LLEVARNOS A ÉL Y SER FELICES ETERNAMENTE EN EL CIELO.