2 sept 2011

DICCIONARIO DEL ARMA CABALLERÍA VI

PRUDENCIO MUR
Leo en "El Mundo" de hoy que el pasado dia 23 de agosto murio con 90 años Prudencio Mur, "el general Mur". El peluquero de la Academia General Militar. El periodico publica una reseña muy larga de él, diciendo que fue el peluquero del Rey y del Principe. Seguro que nos ha pelado a todos mas de una vez.
Juan Zalvez.


Nuestro Peluquero en la Academia General Militar de Zaragoza,  una auténtica institución.
En 1979 el Rey le impuso la cruz al Mérito Militar de tercera clase, y en 1982 le concedieron, a propuesta de la Academia, la medalla del Trabajo en categoría de bronce. La última vez que la familia real estuvo en la Academia fue el propio rey Juan Carlos quien la presentó a todos sus componentes, y al saludar al príncipe de Asturias, Mur le dijo: "Yo le atenderé en todo cuando venga a la Academia".Prudencio Mur, general Mur como le llaman cariñosamente los cadetes, aunque es civil, recuerda los dos años que el entonces príncipe Juan Carlos pasó en este centro castrense. Él era el encargado, entre otros servicios, de recoger sus cartas y llevarlas a Correos a Zaragoza. Mur se siente orgulloso de haber sido quien realizó el primer afeitado del Rey, entonces príncipe. "Conservo la navaja y todos los utensilios que utilicé, y espero servir igual al príncipe Felipe. Le diré: 'Con estos utensilios afeité y corté el pelo a su padre".
Descanse en Paz.

DICCIONARIO
AHOGADERO.  La correa adaptada a la cabezada de la brida y a la de pesebre, que pasa por debajo de la cabeza del caballo con el objeto de sujetar a ella la cabezada y evitar que pueda quitársela. Esta correa tiene de largo dos cuartas y media, y en sus extremos hebillas que sirven para sujetarla a los latiguillos derecho  e izquierdo de la testera de la misma. El jinete tendrá cuidado de que esta correa quede sin oprimir la garganta del animal, pues le impediría respirar con libertad.
AIRE. Se distingue con este nombre la gracia del jinete y la bella actitud del caballo. Un caballo de aire es el que dobla y levanta los brazos con soltura, agilidad y brío. Estos caballos no son a propósito para la guerra, pues se arruinan con facilidad.
AIRES. En la caballería española solo se distinguen con este nombre tres, que son: el paso castellano, el trote y el galope.

Marcelino ejecutando una "Cabriola o Carnero", sobre oxer.

AIRES ALTOS. Son los saltos, la chaza o media corveta, la posada, la balotada o cabriola, la grupada, el salto y coz, el paso y salto, o salto y paso, y otros varios que se conocen en la alta escuela.
AIRES BAJOS. Son los pasos, los trotes, y los galopes, la pirueta, el piafe, el tierra a tierra, la cambiada de mano, la vuelta entera y la media vuelta.
  
SALA DE ARRESTADOS
Pasa arrestado  Javier García Cotarelo, por chulo, y Pepito Huelin, sin motivo aparente.
Se adelanta el alzamiento al 20 de Septiembre.

José V. Ruiz de Eguílaz y Mondría
Coronel de Caballería

1 comentario:

José Antonio dijo...

Prudencio Mur. A Prudencio le conocí en 1957, con ocasión de mi demanda de los servicios propios de la Peluquería académica. Por entonces ya era él una institución entre la grey cadetil. Tendría él alrededor de 36 años de edad, que era doblar en edad la media de los cadetes; por lo cual y por su ponderado trato todo respetuoso pero afectivo con cuantos cadetes le respondíamos de la misma manera, era considerado como una figura de la máxima confianza a quien acudir cuando se necesitaba consejo sobre alguno de los problemillas que encontrásemos en la cotidianeidad académica no reglamentaria. Además, llevaba también el servicio fotográfico de la Academia, y a su pequeño laboratorio acudíamos en busca de fotografías de desfiles, maniobras, etc.

Le oí contar que había llegado a la Academia para prestar su servicio militar, y, como era peluquero de oficio, consiguió ser destinado a la peluquería de cadetes. Al obtener el licenciamiento, logró ser contratado como personal civil y encargado de aquella dependencia. Estaba él seguro de que aquello había sido por “enchufe” de su bisabuelo, Pedro Mur, quien siendo cabo de Húsares de la Princesa participó en la batalla de los Castillejos, en el camino de Ceuta a Tetuán, el 1 de enero de 1860, y fue uno de los que consiguieron entrar en el campamento moruno. En ese heroico hecho, el cabo Mur ultimó al alfaquí que enarbolaba la amarilla bandera de guerra enemiga, se la trajo y se la entregó al general Prim.

Viendo la película “Cuna de Héroes”, su protagonista, aquel viejo sargento ya retirado pero que seguía prestando sus voluntariosos servicios a la Academia de West Point, por considerarla su casa y su vida, me recordó a Prudencio Mur; creo que en nuestra Academia General representaba él una similar institución humana.

Que en paz descanse; aunque estoy seguro de que su alma andará para siempre poniendo orden en todos los rincones académicos. Es que la A G M fue para Prudencio Mur su casa y su vida…

José Antonio Chamorro Manzano
XVI Promoción A G M