17 may 2013

LA CRUZ DE SANTIAGO VUELVE A TENERIFE



 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
LA CRUZ DE SANTIAGO VUELVE A ERIGIRSE SOBRE LA CAPITAL TINERFEÑA 
Capitán de Caballería Fernando Zerolo Davidson
 
 
 
 La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife ha reparado la Cruz de Santiago, ubicada en el risco de La Altura de Paso Alto, sobre una antigua batería de la Segunda Guerra Mundial, después de que los fuertes vientos que azotaron la capital el 21 de marzo la hicieran caer.
Consciente de su valor histórico, ya el pasado año 2012 Puertos de Tenerife, a petición de la Tertulia Amigos del 25 de Julio, restauró en profundidad dicho monumento, apagado desde 1999 y que volvió a iluminar la capital tinerfeña el día de Navidad desde lo alto de la ciudad, informa la Autoridad Portuaria en un comunicado.
La Cruz de Santiago alcanza ocho metros de altura y está realizada en acero galvanizado. Tiene forma de cruz latina de gules, simulando una espada con la empuñadura y los brazos en forma de flor de lis.
Se erige sobre el lugar en el que, durante la Segunda Guerra Mundial, la batería denominada Santa Cruz de Santiago se utilizó como puesto de mando militar para alertar sobre cualquier eventualidad contra el castillo de Paso Alto.
En dicha batería se instaló también la estación telemétrica y otras prestaciones como alojamientos, depósito y aljibe.
En este lugar el capitán de Caballería Fernando Zerolo
Davidson, promovió en 1968 la creación de un monumento a la Cruz de Santiago, puesto que el apóstol es el Patrón del Arma de Caballería y también el compatrono de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife.
En el escudo de la Muy Noble, Leal e Invicta Villa, Puerto y Plaza de Santa Cruz de Santiago de Tenerife, otorgado por Real Cédula el 28 de agosto de 1803, la cruz de color rojo que asoma detrás de la Cruz Fundacional y que atraviesa la tercera cabeza de león, corresponde a la Insignia de la Orden de Santiago por el triunfo conseguido sobre los invasores ingleses el 25 de julio de 1797, festividad del Apóstol.

 

 Zerolo Jr.
 

Gran Jefe Zerolo.
 


José V. Ruiz de Eguílaz y Mondría
Coronel de Caballería

3 comentarios:

Javier de la Uz dijo...

La batalla de 1797 en las islas Canarias:
Hubo un tiempo en que los insignes habitantes de la Pérfida Albión llegaban a las costas de España con el propósito de la caza de nuevos territorios para su Corona y sus intereses estratégicos en los mares y negocios hacia América y costa occidental africana. Tal fue el caso de aquellos días calurosos del 22 al 25 de julio de 1797 cuando el todavía contralmirante Horatio Nelson -aquel que ya Londres exhibe con orgullo en su corazón de Trafalgar Square- se propuso conquistar Santa Cruz de Tenerife y con ello poner en jaque las siempre estratégicas Islas Canarias.
Pero el héroe británico se topó con el arrojo y determinación de todo un pueblo, el tinerfeño, que comandado por el General Antonio Gutiérrez de Otero (Aranda de Duero, 1729-Tenerife, 1799) puso fin a la osadía del inglés al que la escaramuza le costó la parte inferior del brazo derecho y a punto estuvo de costarle la vida que perdería ocho años más tarde en las aguas de Trafalgar. Desde el castillo de Paso Alto, el fuego de los cañones hizo retroceder a los buques que botaron lanchas con cientos de hombres queriendo desembarcar en la isla por sorpresa.
Para escarnio del inglés, Canarias no es solo un lugar de «sol y playa», allí la Pérfida Albión sufrió una humillante derrota en su intento por someterlas. El héroe de Trafalgar prometió no volverlas a atacar.

¡Qué buenos son los hijos de la Gran Bretaña! ¡Qué ahora, sólo quieren sol y playa!

Cristina Fdez. de Valderrama Alonso dijo...

Un orgullo tener un padre con esas iniciativas, y el prestigio para que se las tengan en cuenta.

Gonzalo Rodríguez-Colubi Balmaseda dijo...

Gran Jefe ganado a pulso.