UN ESCRITOR SOLDADO

22 nov 2014

UN ESCRITOR SOLDADO

SANCHO DE LONDOÑO / AUTOR PIONERO SOBRE DISCIPLINA

Que ningún Soldado entre en taberna, o bodegón público a comer, ni a beber, sino fuere de camino, so pena por la primera vez de privación del sueldo de un mes, por la segunda de dos, y por la tercera de ser desterrado como infame.

Han transcurrido más de 400 años desde que Sancho de Londoño elevara al Duque de Alba la anterior recomendación para fortalecer la disciplina castrense de los Ejércitos españoles en Flandes. Es uno de los múltiples consejos que se incluyen en su Discurso sobre la forma de reducir la Disciplina Militar a mi mejor y antiguo estado. Porque Sancho de Londaño no fue solo escritor. Fue, sobre todo, Militar. En concreto, Maestre de Campo del Tercio de Lombardía. Estas dos vertientes confluyen en una obra que tiene carácter pionero sobre las funciones y obligaciones militares de los Soldados españoles.

Las páginas del libro son también una fuente documental de primera mano para conocer la vida de los Tercios españoles que, desde 1.516, libraron en los Países Bajos una guerra para defender la permanencia de aquellos territorios bajo el control de la Monarquía española. Con pica, arcabuz y una valentía sin precedentes, la Infantería española sometió a sus enemigos en los campos europeos de batalla durante casi 150 años. Sancho de Londoño formó parte del Ejército que condujo el Duque de Alba en los Países Bajos en 1.567. Y allí, en primera fila, conoció el estado emocional y el espíritu que imperaba en las Tropas.

Fernando Álvarez de Toledo, Duque de Alba, encargó a Londoño un informe para fortalecer el estado moral de los Soldados y restituir la disciplina, que gradualmente se iba resquebrajando. El resultado es este maravilloso libro en el que Londoño analiza las funciones de los distintos Estamentos militares de Flandes (Capitanes, Alféreces, Cabos de escuadra, etc.) para definir la mejor composición de los Tercios y fortalecer su carácter.