LA VERDADERA HISTORIA DEL ENFRENTAMIENTO ENTRE UNAMUNO
Y MILLÁN-ASTRAY
El historiador Severiano Delgado, bibliotecario de la Facultad de Derecho de la
Universidad de Salamanca, ha publicado un trabajo de 34 páginas, titulado
“Arqueología de un mito, el acto del 12 de octubre de 1936 en el Paraninfo
de la Universidad de Salamanca”. En este trabajo se califica de “invención” las
famosas dos frases del enfrentamiento verbal entre Unamuno y Millán-Astray.
Este estudio afirma que ni quien fue Rector de la Universidad de Salamanca,
Miguel de Unamuno, pronunció la mítica frase de “venceréis pero no
convenceréis”, ni el General Millán-Astray le contestó con el conocido “¡muera
la inteligencia!” en el Paraninfo de la Universidad el 12 de octubre de 1936.
Ahora, el historiador Severiano Delgado señala en su trabajo que el profesor
Luis Portillo “no estuvo presente en el Paraninfo” como para poder afirmar con
rotundidez que eso fue así. En su opinión, “se ha tratado de una recreación
literaria sin intención de descripción histórica”; es decir, que el joven
profesor salmantino lo único que hizo fue “relatar un enfrentamiento literario
entre el bien, que representaba el demócrata de Unamuno; con el mal, como era
el autoritario Millán-Astray”.
Basándose en los pocos testigos del acto que escribieron su testimonio,
Severiano Delgado ha reconstruido aquel 12 de octubre de 1936. Fue una mención
de Unamuno a José Rizal, héroe de la independencia de Filipinas, lo que provocó
la ira de Millán-Astray, que era veterano de aquella guerra y no soportaba que
se citase como ejemplo de hispanidad a quien consideraba un enemigo. “¡Muera la
intelectualidad traidora!” fue lo que gritó, según Delgado, a lo que siguió un
tumulto de voces entre las que destacó la del profesor Ramón Bermejo, que dijo:
“Aquí estamos en la casa de la inteligencia”. Millán-Astray zanjó el barullo
ordenando a Unamuno que acompañara a la mujer de Franco, Carmen Polo, a la
salida. No hubo réplica ni solemnidad, tampoco armas encañonando al rector. La
reunión se disolvió entre gritos y fanfarronadas.
Preguntado por el porqué de este trabajo, el historiador ha afirmado que a los
largo de sus 34 hojas, ha realizado una “auténtica labor de arqueología” para
concluir que todo “se lo inventó Luis Portillo”. Así que el porqué es: DESVELAR
LA VERDAD.
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EL ULTIMO DE LA FILA
Chevi Sr.