“CONFIDENCIAL”: LOS MILITARES ESPAÑOLES
QUE FRANCO ENVIÓ A VIETNAM
Con la edición de un libro, el Ministerio de Defensa recupera la historia de los más de 50 médicos y sanitarios militares
que se desplegaron en el conflicto entre 1966 y 1971.
El General retirado Antonio
Velázquez reconoce haber visto todas las películas de la Guerra de Vietnam. Y tiene claro cuál
es la que más se asemeja a lo que él vivió como miembro de la primera misión
exterior de la sanidad militar española. Porque antes que los Balcanes, que Afganistán, que Malí y
tantos otros escenarios donde se han desplegado las Fuerzas Armadas... también estuvo Vietnam.
Doce fueron los militares del primer contingente que se desplegó en septiembre de
1966 con una misión «confidencial»: prestar
ayuda a los civiles -a la postre también militares, survietnamitas y guerrilleros comunistas del Vietcong, sin hacer distinción, y también estadounidenses- en
un viejo hospital de Gò-Công, pequeña ciudad del delta del Mekong, de unos 30.000 habitantes y
situada a 45 kilómetros de Saigón,
la actual capital Ho Chi Minh.
Emblema
de la expedición española a Vietnam
En total más de cincuenta médicos y sanitarios
pasaron por Vietnam como parte del dispositivo internacional
desplegado por EE.UU... En el caso
español hasta octubre de 1971. Ahora, el Ministerio
de Defensa ha recuperado la historia de aquellos pioneros militares médicos
con la edición del libro «Salvando vidas en el delta del Mekong», del historiador José Luis Rodríguez Jiménez, profesor de la Universidad Rey Juan
Carlos.
Militares
españoles atienden a una paciente vietnamita en el hospital de Gò-Công
“El
Sanitario que está atendiendo a la paciente vietnamita, es el Subteniente practicante
D. José Bravo López-Baños, único de los Mandos de Sanidad Militar que se
reenganchó en las tres Misiones que hubo. A su regreso se incorporó a la COE-41
de Barcelona ubicada en el Cuartel del Bruch. Posteriormente estuvo de Teniente
practicante, en el Regimiento de Caballería Numancia 9, Barcelona, donde en los
años 75-76 he tenido la suerte y el honor de compartir destino con él. De esta
Unidad, se fue destinado al Tercio de La Legión en Melilla.”
(Javier de la Uz)
Con los acuerdos militares firmados en 1953 entre los EE.UU. de Eisenhower y la España
de Franco, era lógica una aportación
española a la llamada que realizó el Gobierno de Johnson. Washington cursó la
solicitud a través de la Free World Military Assistance Office. Una vez
recibida en Madrid, en abril de 1966
el Estado Mayor Central envió escritos confidenciales a las Capitanías
Generales. En Madrid no se pensó en
médicos civiles como en otros países, sino en el Cuerpo de Sanidad Militar del Ejército de Tierra, explica Rodríguez Jiménez.
Fue una misión tan secreta que los militares desplegados,
extrañados de que de su trabajo no se hablase casi nunca, llegaron a enviar una
nota a ABC que apareció publicada la
Nochevieja de 1966: “Llevaba por título
Españoles en Gò-Công”, y en el texto
se omitía que eran militares. Parte de la nota decía así: la faena es dura, y
los enfermos y heridos muchos, los medios no son muy abundantes. ¡Vietnam está en guerra, Señor! [...]
En Gò Công, un pequeño pueblo de Vietnam del Sur, es donde están estos doce españoles haciendo algún bien”.
A las consultas acudían tuberculosos, mutilados, heridos
por la explosión de minas, por bombardeos de napalm, por accidentes de
circulación, muchas madres con niños enfermos de difteria, fiebres tifoideas,
paludismo, parasitosis intestinales, disentería y diarrea. Un trabajo exigente
para un personal sanitario militar que, como reconoce el entonces Teniente Velázquez, “no
se había recibido una preparación especial. Simplemente, nuestros conocimientos médicos ya adquiridos. Bueno, nos
dieron un decálogo del buen Oficial Médico,
sobre usos y costumbres en la zona”.
Militares españoles a la entrada de la misión en Gò-Công
El ahora General retirado recuerda perfectamente cómo a
los 26 años emprendió la aventura de su vida: “Madrid-Roma-Karachi-Bangkok-Saigón. Esa fue la ruta aérea que
seguimos, por supuesto, vestidos de paisano. Íbamos como delincuentes y
regresábamos como delincuentes. Como si aquello no se tuviese que conocer [...]
En la sala de pediatría los niños se morían como moscas”.
Estos militares vestían
el uniforme estadounidense durante la jornada laboral, con los distintivos y divisas españolas, y podían vestir el uniforme español durante
el tiempo de descanso. Los españoles vivieron
situaciones de guerra, por supuesto. “Sobre todo en febrero de 1968, durante la ofensiva del Tet, cuando el Vietcong realizó ataques en toda la
zona sur, llegando a entrar en Saigón
e incluso a asediar la embajada de EE.UU.”,
explica el autor del libro editado por Defensa
sobre estos 50 militares sanitarios
españoles olvidados en España a la hora de abordar el conflicto vietnamita
o las misiones en el exterior.
Condecoraciones en Vietnam para los militares españoles
“Los guerrilleros
del Vietcong nunca atacaron al
personal español, pero otros equipos médicos sufrieron bajas y este tipo de
noticias corrían como la pólvora. A esto debe añadirse que, si bien los
militares enemigos debían apreciar la ayuda prestada a los civiles y también a
los guerrilleros comunistas heridos, los desplazamientos tenían el riesgo
añadido de las minas en los caminos de tierra”. Entre múltiples lecciones
aprendidas que adquirieron los militares españoles se encuentra, por ejemplo,
la evacuación en helicópteros de heridos en combate. Los denominados «Medevac», tan utilizados ahora en Afganistán.
“Platoon. Esa
es la película que mejor refleja el
Vietnam que los españoles vivimos. Aquella era la época en la que los
norteamericanos patrullaban los poblados en grupos de 15 y 20 militares. La de Apocalypse Now me pareció muy fantasiosa”,
recuerda el General retirado Velázquez,
uno de los pioneros de la sanidad militar
española en el exterior. En una misión «confidencial».
La primera misión en el exterior de la
Sanidad Militar española (Vietnam del Sur, 1966-1971)
El Capitán médico
Merlos Saldaña fue condecorado por el Gobierno de Estados Unidos al arriesgar
su vida por atender a un militar herido.
Cerca de la residencia de los españoles se encontraba la del Estado Mayor
Conjunto de EEUU en la zona. Durante un ataque con morteros, un Sargento de
esta nacionalidad fue herido. El español cogió un maletín, atravesó el terreno
batido y penetró en el edificio, donde atendió al Sargento.
Otro testimonio
revela que, ante la falta de
sangre para transfusiones, un médico
español se insertó un tubo en su vena mientras seguía operando a la mujer a
la que daba su propia sangre.
El buen trato que daban a los nativos, algunos de los
cuales eran guerrilleros del Vietcong,
protegió a los españoles de ataques y represalias.
El
Capitán Rojas y el Teniente Velázquez reciben la MEDALLA DE HONOR VIETNAMITA a
manos de un Oficial del Ejército survietnamita
Mandos de Sanidad Militar en Vietnam
Delta del Mekong, una foto realizada por los Militares
españoles
MIEMBROS
DE LA PRIMERA EXPEDICIÓN
Argimiro García
Granados (Comandante médico, radiólogo y Jefe de la Misión Sanitaria), José Linares Fernández (Capitán médico, cirujano),
Luciano Rodríguez González (Capitán médico, medicina general), Francisco
Faúndez Rodríguez (Capitán médico zamorano que se encargó de las consultas
externas, se encontraba destacado desde hacía un año como Jefe de las Tropas
Nómadas en la población de Smara, situada en el Sáhara Occidental, llegó al
grado de Coronel), Manuel Vázquez
Labourdette (Capitán de Intendencia, Oficial
que ejerció de administrador y enlace con el Ejército norteamericano),
Manuel García Matías (Teniente practicante, laboratorio), Francisco Pérez Pérez
(Subteniente, anestesista), José Bravo
López- Baños (Subteniente practicante, a su regreso se incorporó a la COE-41 de
Barcelona ubicada en el cuartel del Bruch), Joaquín Baz Sánchez (Brigada, reanimación y pediatría), Juan
Pérez Gómez (Brigada, ayudante consultas externas), Juan Outón Barahona (Brigada,
ayudante de cirugía) y por último Ramón Gutiérrez de Téran Suárez- Guanes (Brigada,
ayudante de cirugía, antes de ser enviado a Vietnam estaba destinado en la
Agrupación de Banderas Paracaidistas, posteriormente llamada BRIPAC).
INTEGRANTES
DEL PRIMER RELEVO
Manuel Fernández Sánchez (Comandante médico), Vicente
Peláez Montalvo (Capitán médico), Guillermo Antona Gómez (Capitán médico), Antonio
Díaz Martínez (Teniente médico), Antonio Pérez de Prado (Suboficial practicante),
José Bravo López- Baños (Subteniente
practicante, reenganchado), Carlos Varea Martínez (Suboficial practicante),
José Bello Rivadulla (Suboficial practicante), Elías Arnal Bernal (Suboficial
practicante), Francisco Sousa Barragán (Suboficial practicante) y Carlos
Martínez Martínez (Brigada especialista).
ÚLTIMOS
COMPONENTES DE LA MISIÓN SANITARIA ESPAÑOLA
Secundino Sáez García (Comandante médico), José Linares Fernández (Capitán médico,
cirujano, reenganchado de la primera misión), José Rojas Jiménez (Capitán
médico), Francisco J. Pérez Capellán (Capitán médico), Guillermo Antona Gómez (Capitán médico, reenganchado segunda misión),
Ramón Gutiérrez de Téran Suárez- Guanes
(Brigada, ayudante de cirugía, reenganchado primera misión), Lorenzo
Vellido Ortega (Suboficial practicante), José
Bravo López- Baños (Subteniente practicante, reenganchado en las tres
misiones), Bonifacio Heras Herrero (Suboficial practicante), Manuel Graña
Francisco (Suboficial practicante), Juan
Outón Barahona (Brigada, ayudante de cirugía, reenganchado de la primera
misión), Francisco Sousa Barragán (Suboficial
practicante, reenganchado segunda misión) y Carlos Martínez Martínez (Brigada
especialista).
Francisco Javier de la Uz Jiménez