Santiago Bernabéu: "Cuando escucho que el Madrid es el equipo del régimen, me dan ganas de cagarme en el padre de quien lo dice"
Fue presidente del Real Madrid durante 35 años, desde 1943. Antes, había sido jugador, capitán y hasta segundo entrenador del equipo blanco. De esta forma, sería imposible entender el madridismo sin la figura de Santiago Bernabéu Yeste (Almansa, 8 de junio de 1895 – Madrid, 2 de junio de 1978). Pero Bernabéu no sólo fue el mejor dirigente y más longevo que ha tenido la entidad de Chamartín, sino también el hombre que resucitó al club de sus cenizas en la posguerra, cuando se encontraba sumido en una profunda crisis que a punto estuvo de costarle la desaparición, construyendo el fenomenal estadio que lleva su nombre —muy a su pesar—, fichando a Alfredo di Stefano para hacer un equipo campeón que volviera a conquistar títulos e impulsando —junto a su amigo y mano derecha Raimundo Saporta— el proyecto del diario L'Équipe para que viera la luz la Copa de Europa, el torneo que los madridistas han ganado en 12 ocasiones, cinco de ellas de manera consecutiva.
Bernabéu —abogado de profesión, pero sobre todo un hombre de fútbol— fue un visionario del fútbol moderno, contribuyendo primero a su profesionalización y luego haciendo del deporte rey un espectáculo de masas. La vida del genio de Almansa, de este albaceteño universal —que nunca se quedó "ni una sola peseta del club" e incluso pagaba religiosamente, día sí día también, hasta el periódico que llegaba a las oficinas del club— se recoge ahora en la película documental Bernabéu, dirigida por Ignacio Salazar-Simpson (se estrena como director con esta cinta tras haber producido películas como El otro lado de la cama, No habrá paz para los malvados y Ocho apellidos catalanes) y narrada por el actor Luis Callejo (Cien años de perdón y Tarde para la ira).
En Bernabéu se recogen la vida y milagros del expresidente del Real Madrid. Se trata de un proyecto de más de tres años que ve finalmente la luz en 15 salas, tras el preestreno, precisamente, en el estadio Santiago Bernabéu. Antes, el miércoles por la noche, Salazar visitó los estudios de esRadio para contar en El Primer Palo —el programa deportivo nocturno de Juanma Rodríguez— sus peripecias a la hora de realizar este filme, además de desvelar algunas de las anécdotas sobre el expresidente madridista.
"Bernabéu tuvo claro que el fútbol sería el principal vehículo de diversión colectiva", dijo Ignacio Salazar, asegurando que el exmandatario blanco se guiaba por unos valores fundamentales como "la lealtad y la amistad". "Para él la palabra dada tenía un gran valor", asegura el director. "Bernabéu bajaba al vestuario a llamarles de todo a los jugadores, a decirles que no tenían cojones y que no sabían estar a la altura del escudo. Al haber sido jugador, los trataba como a sus hijos", relató, desvelando así las famosas charlas del presidente que acabarían pasando a la historia con el nombre de santiaguinas.
El Grupo Libertad Digital tuvo la ocasión de poder asistir al preestreno de Bernabéu en el coliseo blanco, siendo testigo de excepción de la emotiva narración de la vida del dirigente blanco. Una cinta que emociona, que hace reír con los chascarrillos de Don Santiago. Como en uno de los momentos en los que se puede escuchar el pasional “Me quedo contigo de Los Chunguitos”.
Bernabéu, amante del fútbol, de la música y del mar. En
el terreno ideológico, Don Santiago
fue simpatizante de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), lo que le costó muchas
enemistades, y no dudó en enfrentarse en una ocasión al fundador de La Legión, el General Millán Astray, al que retiró la invitación al palco del Bernabéu, después de haber sido
desafiado a un duelo con pistola por el propio militar, tras haber faltado al
respeto a una dama.
En Libertad Digital
queremos homenajear al mejor presidente de la historia del Real Madrid —con
permiso de Florentino Pérez— repasando algunas de sus mejores frases...
No hay jugadores jóvenes y viejos. Hay
buenos y malos
La camiseta del Real Madrid es blanca,
se puede manchar de barro, sudor y hasta de sangre, pero nunca de vergüenza
Cuando oigo que el Madrid ha sido el
equipo del régimen, me dan ganas de cagarme en el padre de quién lo dice. Y si no
lo hago, no es por timidez. Me abstengo por no darle una pista. El equipo del
régimen fue siempre el Atlético de
Aviación, padre natural del Atlético
de Madrid. Cuando acabó la guerra, y ahí están los archivos, nos metieron
en la cárcel a medio equipo y los directivos de los rojiblancos eran todos Coroneles.
El Real
Madrid es popular de pueblo. Es más: es
el equipo del pueblo
Los atléticos están ahí porque tiene que
haber de todo.
No están en lo cierto quienes digan que
no quiero a Cataluña. La quiero y la admiro mucho, a pesar de los catalanes
(...) A quien admiro de verdad es a Vilà
Reyes. Sólo por presidir en Cataluña
un club que se llame Español, ya es digno de admiración.
Los castellanos son históricamente los
españoles más cojonudos y más completos. El idioma castellano se ha extendido
por todo el mundo y de él han nacido ideas que han hecho grande España. Y lo siento por catalanes,
gallegos y vascos, pero los castellanos han sido siempre más listos y en el
campo de batalla siempre les han mojado la oreja.
Ni soy supersticioso ni lo volveré a ser
en mi vida. Sólo hablar de ello me pone malo y mañana jugamos en Barcelona.
La afición acabará siendo el tumor del
Real Madrid.
Voy
a palmar, María: ya no veré la Séptima.
Francisco Javier de la Uz Jiménez