CENA DE DESPEDIDA Y DISCURSO
Mis Coroneles con permiso:
Buenas
noches; damas, superiores, subordinados, civiles, amigos todos.
Esta
noche, no quisiera olvidarme de unos grandes amigos, sé que en estos momentos
estarían conmigo, pero por circunstancias no puede ser, Comandante Villalvilla
y Subteniente Mejías.
En
primer lugar quiero agradecer a la organización la extraordinaria labor que ha
tenido que realizar para conseguir que hoy estemos todos juntos, muchas gracias
a todos por este homenaje que me brindáis.
Hoy
para mí es un día muy especial, inolvidable, con bastante intensidad, inquietud
y mucha emoción, creo que no es para menos, después de tantos años vividos en
Cría Caballar difícil de olvidar (a todos les llega su día y hoy me ha tocado a
mí). Es ley de vida, no obstante doy gracias a Dios por haber terminado esta
etapa.
Quiero
agradecer a todos los que me han felicitado por e-mail y aquellos que han escrito
en el blog del “club de los poetas muertos” jinetes militares. Es difícil
encontrar palabras de gratitud después de tantos halagos, elogios y alabanzas.
Nos llena de orgullo y satisfacción a mi familia y a mí leer esas frases, y
encontrar a personas que saben reconocer el trabajo que he realizado durante
todos estos años.
Siempre
he estado dispuesto a hacer todo por el bien de la Unidad, he sido celoso de mi
trabajo con mucha perseverancia. No he hecho otra cosa como militar más que
cumplir con mi deber y obligación, aun sabiendo que en algunas ocasiones era
criticado, nunca me ha importado. Llevo un lema conmigo “haz el bien y no mires
a quien”.
Recuerdo
el viejo caserón de la calle Asalto donde me incorporé. Quiero agradecer
públicamente la magnífica labor que hizo el Coronel Cerdido, MI CORONEL. Viendo
lo mal ubicado que estaba el Depósito dentro de la ciudad y el peligro que
había de desaparecer en cualquier momento, trabajó y luchó por conseguir su
pronto traslado a “Torre Abejar”. Después de tanta incertidumbre para nosotros
y nuestras familias fue un gran alivio.
Trasladarnos a “Torre Abejar” fue lo mejor que
nos pudo suceder, fuimos al paraíso era el bien del Deposito y de los animales.
Trabajamos con mucha ilusión por crear la mejor Unidad de Cría Caballar de toda
España, y así lo fuimos, éramos la envidia de los demás Centros (jamás echamos
en falta el viejo Caserón) que gran verdad “ojos que no ven corazón que no
siente”. Algunos no saben valorar el trabajo, el esfuerzo y sacrificio que nos
ha costado dejar el Centro en condiciones. ¿Cómo estaba “Torre Abejar” cuando
fuimos? y ¿cómo lo hemos dejado ahora?
GRACIAS,
MI CORONEL
Otra
gran labor es la que hizo el Coronel Montilla.
MI
CORONEL.
Los
tiempos estaban cambiando, entra en funcionamiento la inseminación artificial y
el número de las cubriciones están descendiendo.
Previendo
el futuro del Centro Militar de Zaragoza y de su personal, ya que estaba en
peligro de desaparecer lucha y trabaja durante mucho tiempo por traer la
Escuela Militar Ecuestre a Zaragoza. Gracias a sus buenas gestiones consigue el
traslado de la Escuela a Zaragoza así como el aumento de la plantilla de
personal y ganado.
Es
triste que lo que otros hemos luchado por conseguir y mantener, en tan poco
tiempo lo estén echando a perder
GRACIAS,
MI CORONEL.
Es
el momento de pedir perdón, si en alguna ocasión me pase o hice daño por mi
forma de ser, ya sabéis como soy, jamás he hecho nada con mala intención y
menos beneficiándome de ello. Me voy recordando los buenos momentos vividos.
Me
marcho con la conciencia tranquila y la satisfacción del deber cumplido.
Muchas
gracias a todos, agradezco vuestra presencia, estoy a vuestra disposición.
BUENAS
NOCHES.
A
SUS ORDENES MIS CORONELES.
Angel Cerdido Jr.