Se nos ha ido nuestro querido Nonchu Quintana, un ejemplo
para todos nosotros. Como hombre, como militar y como español. Se ha ido al
Cielo desde Barcelona, ese trozo de nuestra querida España a la que tanto amó.
A los que tuvimos el honor de ser su amigo nos deja una
huella verdaderamente imborrable. Nonchu era de esas personas que no pueden
dejar indiferente a nadie. Sus profundos valores e intocables principios, le hicieron acreedor durante toda su vida a, como dice nuestro
Decálogo del Cadete, hacerse querer por sus inferiores y desear de sus
superiores. Que decir de sus compañeros y amigos.
Por miedo a dejarme algo en el tintero, no voy a hacer un compendio de su brillantísima hoja de
servicios, forjada en los lugares de mayor riesgo y fatiga y complementada con
ese indomable Espíritu Jinete. Si quiero aludir a sus dos recientes años como
Coronel del “Alcántara”. JEFE con una desbordante simpatía y personalidad,
de extraordinaria caballerosidad, con
una iniciativa que contagiaba, con una
capacidad de entrega fuera de lo común y
con un sentido del SERVICIO a nuestra PATRIA reconocido por todos y cada uno de
los jinetes del Regimiento. Un JEFE con mayúsculas que bien pudiera haber sido el actor principal de una de esas novelas
románticas de la Caballería.
La sociedad civil melillense
también se acuerda de Nonchu, siempre con su inseparable Pilar. Dos
años, solo dos, los que este ejemplar matrimonio estuvo en Melilla. Y que gran cantidad de amigos, y grandes
recuerdos, dejaron.
Hoy te lloramos, Nonchu, pero nos consuela saber que estás
mejor que nosotros, galopando por el Cielo.
Un fuerte abrazo y hasta siempre Nonchu.
Gonzalo Rodríguez-Colubi Balmaseda