La Organización Militar de las Tropas españolas asentadas en Italia en el siglo XVI dio lugar a la estructura de los Tercios, Unidades de Infantería que dominaron Europa durante más de 150 años. Formados principalmente por Soldados veteranos y mercenarios a sueldo, afamados y temidos por su arrojo y determinación en el campo de batalla, fueron la elite del Ejército de Carlos I de España y V de Alemania.
Una de las aportaciones de los Tercios a la actividad militar fue su sistema de asistencia sanitaria. Las Tropas contaban con un médico o cirujano por cada 2.200 soldados, además de un boticario, ayudantes y un barbero especializado en primeros auxilios. Los propios Soldados eran quienes trasladaban a los heridos graves al Hospital General en la retaguardia. En la Armada, contaban con barcos que servían de Hospitales de Sangre hasta llegar a la costa, donde se situaban los de Campaña.
Para financiar parte de los gastos médicos se estableció el "Real de Limosna", origen del actual sistema de retención de cantidades en la nómina de los trabajadores de la Seguridad Social. El General Médico de la Brigada de Sanidad, Manuel Guiote Linares, nos recuerda su funcionamiento en la época de los Tercios de Flandes:
"Se descontaba un real de plata del sueldo del Militar, dinero que se destinaba al pago de los gastos de hospitalización y recuperación de los Soldados heridos o enfermos. Era un fondo capitalizado que servía para atender las necesidades sociales y sanitarias de los Soldados españoles".
A este patrimonio se podían sumar otras cantidades.
"Como el dinero que provenía de las herencias de los Militares que morían sin hacer testamento -dice- o como el dinero que se confiscaba a los Soldados que eran sorprendidos jugándose la soldada a los naipes, ya que estaba prohibido jugar con apuestas. También se añadían las donaciones de particulares".
Para el General Médico Guiote, esta Bolsa dineraria "era uno de los motivos por los que resultaba tópico o extraño ver a un Soldado amputado pidiendo limosna en la puerta de una iglesia, ya que los Soldados españoles disfrutaban de un sistema de cobertura social que les proporcionaba medios suficientes para que pudieran vivir en caso de desgracia o necesidad".
Francisco Javier de la Uz Jiménez
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