La
historia del general Ben Mizzian, el marroquí que salvó la vida a Franco
http://www.abc.es/historia-militar/20141012/abci-historia-mizian-marroqui-general-201410101610.html
Apadrinado cuando era un
niño por Alfonso XIII, el rifeño combatió en la Guerra Civil y fue el único
marroquí que alcanzó el generalato en el Ejército español del periodo
franquista
La crudeza de las guerras de
carácter colonial que efectuó España en el Norte de África a principios
de siglo XX dio lugar a una relación de amor odio entre el Ejército español y
Marruecos, que este domingo envía una unidad militar a desfilar por
primera vez en Madrid. Así, fueron muchos los soldados marroquíes que
lucharon en el bando español y que, como Mohamed Mizzian, avanzaron
hasta lo más alto de la escala militar.
Hijo de Mohamed Ameziane
–llamado por los españoles El Mizzian–, un líder marroquí que apoyaba la
colonización española, el rifeño se ganó de niño la simpatía del Rey Alfonso
XIII en una visita de este a la Escuela Indígena en Melilla. Según
recoge el periódico melillense «El Telegrama del Rif», el profesor Abd
el-Krim (quien años más tarde lideraría la revuelta rifeña contra los
españoles) llamó al encerado al alumno Mohamed ben Mizzian quien resolvió «un
complicado problema de regla de interés y fue capaz de señalar en los
mapas de Europa ríos, regiones y capitales». El Monarca, agradado, preguntó
al pequeño qué quería ser y éste le contestó: «Capitán».
Con 17 años el rifeño ingresó
bajo la tutela del Rey en la Academia de Infantería de Toledo,
teniéndose para ello que modificar la ley, pues la academia no admitía alumnos
no cristianos.
«Un moro se alza contra el
grupo de ambos tenientes, y su máuser se alza apuntándoles»
Tras su paso por esta
academia, cuyo ingreso fue todo un acontecimiento social recogido en una
portada del diario ABC, fue destinado al Ejército de África, donde dos
años más tarde ascendió a Teniente. Durante la Guerra del Rif
(1921-1926) Mizzian, al mando de tropas indígenas, luchó contra su otrora
maestro y entonces líder de la revuelta rifeña, Abd el-Krim. En el
conocido como desastre de Annual de 1921, alcanzó el grado de capitán
por méritos de guerra y se granjeó la amistad de Franco, entonces teniente
coronel, al que salvó la vida durante la campaña.
Según escribe Emilio López, corresponsal de El Telegrama de
Melilla en Tetuán, en una crónica fechada el 3 de octubre de 1924, tras una
dura escaramuza en la zona del Mitral, con un saldo de 109 muertos en ambos
bandos, entre un puñado de rifeños partidarios de Abdelkrim el Jatabi y los
soldados españoles, «irrumpieron los rebeldes que dirigen un fuego violentísimo
contra nuestras tropas. Un moro enemigo se alza de pronto a
unos cuatro metros del grupo que forman ambos tenientes coroneles, y su
máuser se alza apuntándoles. Pero en aquel instante, un segundo no más antes de
que el enemigo apriete el disparador, se siente un disparo que atruena en los
oídos de ambos jefes que ven llenos de estupor cómo el moro atacante da una
voltereta y cae a tierra». Con un rápido movimiento de pistola, el capitán Mizzian
había salvado al que sería en el futuro «Caudillo» de España. No en
vano, muchos años después la Guerra Civil dio ocasión a que los dos viejos
amigos volvieran a luchar juntos.
Del Alcázar de Toledo a la
batalla del Ebro
Aunque desde el origen del conflicto
colonial existían unidades españolas formadas por la población indígena, como la
Compañía de Mogataces de Orán o la Milicia Voluntaria de Ceuta, no
fue hasta la creación de los Regulares en 1911 cuando se dispuso de una fuerza
establece de esta índole. Precisamente al frente de esta unidad acudió Ben
Mizzian a romper el sitio del Alcázar de Toledo a principios de la
Guerra Civil. «Con el aliento de la venganza de Dios sobre las puntas
de sus machetes persiguen, destrozan, matan y embriagados con la sangre la
columna avanza», relata el jesuita Alberto Risco, en su libro «La
epopeya del Alcázar de Toledo», sobre la entrada en la ciudad de las tropas del
coronel Mohamed Mizzian.
Si bien un informe de la
Unión Militar Republicana Antifascista de Melilla le citaba entre los cinco
únicos comandantes de la Circunscripción
Oriental de Marruecos «sin un sentido específico antirrepublicano», lo
cierto es que Ben Mizzian no dudó en unirse desde el principio a la sublevación
militar. Además de en el Alcázar de Toledo, el oficial marroquí tomó parte de
algunas de las más emblemáticas batallas del conflicto, desde el asedio de
Madrid a la batalla del Ebro.
Mohammed V pidió al rifeño
que organizara el nuevo ejército marroquí
Con el final de la guerra,
Mizzian fue nombrado comandante general de Ceuta y ascendido a teniente general
en 1953 con mando en la Capitanía General de la VIII Región Militar gallega.
Dos años después, el marroquí pasó a ser Capitán General de Canarias.
Sin embargo, iba a ser aquel su último destino en el Ejército Español puesto
que en 1956, al obtener Marruecos la independencia, el rey Mohammed V
pidió al rifeño que se encargara de la organización del nuevo ejército
marroquí, por lo que solicitó su baja en el Ejército español.
En Marruecos fue nombrado
ministro de Defensa en 1958 y más tarde enviado de embajador de Marruecos a
Madrid como, en palabras de Hassan II, «gesto de buena voluntad de
acercamiento a España». En 1970 volvió a formar parte del gobierno marroquí
como ministro de Estado, etapa donde fue ascendido a mariscal,
convirtiéndose en el militar de más alta
graduación del ejército marroquí.
Siempre a medio camino entre
sus dos patrias, el 27 de marzo de 1975 el rifeño ingresó aquejado de una grave
enfermedad en el Hospital General del Aire de Madrid, donde falleció el
1 de mayo, siendo sus restos trasladados a Marruecos.
César Cervera
Fco. Javier Diez-Ticio y Ferrer
Coronel de la G. C.
Coronel de la G. C.
2 comentarios:
Dice Cervera en una parte de su artículo sobre Mizzian:”….En el conocido como desastre de Annual de 1921, alcanzó el grado de capitán por méritos de guerra y se granjeó la amistad de Franco, entonces teniente coronel, al que salvó la vida durante la campaña….”
Y digo yo, por sabido. Franco no participó en el desastre de Annual. Si lo hizo, al Mando de la I Bandera de la Legión y con gran éxito, en la llamada campaña de revancha o de reconquista del territorio tras el desembarco de las tropas españolas en el puerto de Melilla al Mando del General Sanjurjo. La fecha aludida posteriormente de 3 de octubre de 1924, no se corresponde con el “Desastre de Annual”.
Por pedir ayuda a los moros perdieron los visigodos en el siglo VIII casi toda la península y en el siglo XX perdimos el Rif, Ifni y Sahara Occidental del cual los marroquíes han expulsado a la mayoría de saharauis.
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