Un día cayó este texto en mis manos:
“El hombre está hecho para la guerra, La mujer para solaz y recreo del guerrero, cualquier otra cosa es pura insensatez.”
ya sé que no es de rabiosa actualidad...pero me dejó pensando.
FRIEDRICH NIETZSCHE
Iconoclasta
e irreverente. Así se define su pensamiento.
- Cuanto
más nos elevamos, más pequeños parecemos a quienes no saben volar.
- Soportamos
más fácilmente la mala conciencia que la mala reputación.
- Yo
no creería más que en un dios que supiese bailar.
- No
puedo creer en un Dios que quiera ser alabado todo el tiempo.
- Donde
uno no puede amar más debe pasar de largo.
- Por
lo que más se nos castiga es por nuestras virtudes.
- La
vida misma es la voluntad de dominar.
- Toda
convicción es una cárcel.
- Al
cristianismo no se le debe adornar ni engalanar: él ha hecho una guerra a
muerte a ese tipo superior de hombre, él ha extraído de esos instintos,
por destilación, el mal, el hombre malvado - el hombre fuerte considerado
como hombre típicamente reprobable, como hombre réprobo.
- El
mundo real es mucho más pequeño que el mundo de la imaginación.
- De
la escuela de la guerra de la vida. Lo que no me mata, me hace más fuerte.
- Los
monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos.
- Yo
no soy un hombre, soy un campo de batalla.
- Aquel
que tiene algo por qué vivir es capaz de enfrentar todos los cómos.
- Solo
el que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado.
- Se
debe morir orgullosamente cuando ya no se puede vivir con orgullo.
- Me
angustia la idea de tener mi inteligencia solo para mí, porque vale más
dar que tener.
Nietzsche y las
mujeres.
No se cansa nunca de menospreciar a las mujeres. En su obra
seudo-profética “ Así hablaba Zarathustra”, dice que las mujeres no son
todavía, capaces de la amistad; son aún gatos o pájaros, o, a lo más, vacas.
"Los hombres deben ser adiestrados para la guerra y las mujeres para el
recreo de los guerreros. Toda otra cosa es tontería".(...)
No siempre tan feroz, aunque siempre es igualmente
desdeñoso. En"La voluntad de poder dice":
Su opinión de las mujeres, como la de todos los hombres, es
una objetivación de su propia emoción respecto a ellas, que es claramente una
sensación de temor. "¿Vas con una mujer? No olvides tu látigo?"- pero
de cada diez mujeres, nueve le hubieran arrebatado el látigo y él lo sabía, por
lo que se apartaba de ellas, curando su vanidad herida con observaciones
desagradables.
Bertrand Russell
Historia de la filosofía.
LA CHANCLA
Chevi
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