5 sept 2010

Picacho








Este mes de Agosto mi familia se fue de vacaciones, yo simplemente continuaba, pero les acompañé. Fuimos como otros años a un Campamento que tienen los Artilleros en Mazagón (Huelva) que se llama "El Picacho". Allí en época de instrucción se alojan unidades cerca de una inmensa playa, donde los Artilleros hacen esas cosas tan raras con la costa y las bombas. En verano no tiran, demasiadas ballenas y leones marinos avizor.

Luis Merino, buen amigo de todos, manda el Campamento militar, y Angel Guerra con Pascual Navarro los familiares.
Este año Pascual nos pidió que contáramos lo que allí habíamos visto, y aquí estoy yo con mi tantas veces denostada, no siempre con razón, pluma.
A modo de aperitivo os voy a contar algunas cosas, difícil y laborioso abarcar todo, así que para más información:

http://campamentopicacho.es/



Lo que en principio íbamos buscando era la Playa, que los Eguílaz y Valderrama somos una familia de extraños gustos. Esta foto está tomada a las 12 de la mañana, no tiene truco. Es la del Médano, campo de tiro de los Artilleros, a mi me recuerda mucho a a San Gregorio.


En la playa, el magnífico equipo de animación y monitores, preparan un sin fin de actividades, Esquí acuático, plátano, piraguas, Voleibol etc.
Aquí se disponen a salir en el plátano, Rafita en cabeza y Felipe Domínguez (Vicho) Villalba en cola.
Felipe estuvo todo su empleo de Capitán en la Yeguada Militar de Jerez por lo que en ningún momento nos faltó conversación, se aprende mucho de quien ha estado tanto tiempo en una Yeguada; yo aunque toda mi vida entre caballos, no he tenido esa suerte.
Esther, Carmen (esposas de compañeros) y mi enemiga se atreven con el plátano.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Con resultado de muerte, casi. Según me contaba Pablo, piloto de la Zodiak, lo peor era volver a subir las marujas en el platano.





Curiosa, e intrépida, manera de bajarse Cris. 







También se hace escultura de vanguardia. Se pone un bote para dejar la voluntad, y con lo recaudado los animadores se van luego 15 días al Caribe, otras veces compran chuches para los niños.








Si tienes la piel áspera, como el alma de un anónimo, te puedes dar unos barros y quedas como Brad o Angelina, de la piel, que de lo otro no sé como ando yo, cuanto menos  la pareja.









Como de momento Pascual no nos deja llevar los caballos, todo se andará, para no perder el ojo practicamos un poco sin binomio, y es que como uno consigo mismo nada.
Rafita, campeón de salto de altura. Mañana pongo esta foto al lado de "Amado Mío".






Algunas noches vamos a la playa, y mientras unos invocan as meigas coruxas...











...otros tomamos un mojito al más puro estilo ibicenco.











Tierra adentro hay otro tipo de actividades. No sé como llaman a esto los guerrilleros, ¿escalada?, ¿tirolina?, ¿serpentina?, bueno pues lo que se ve; y lo que no se ve, tiro con arco, con pistola, pain ball, y todas esa cosas que hacen los de Infantería y Zapadores. 









Casi todas las noches bailamos Batuka. En esto del baile, Felipe todos los años es el nambar guan, en asistencia...

A veces la gente tiene una estraña forma de vestirse. Este es Justino uno de los mejores animadores del mundo. Paciencia infinita.











Los Vicho se quisieron hacer una foto de familia.









El año pasado admitieron a Rafita en el clan. Aquí en su lujoso troncomovil. Felipe al volante.

Felipe.

Guapísimas chicas nos sacan a bailar de vez en cuando, dando lo mejor de nosotros mismos, eso sí en tiempo limitado. Este es Pablito Martínez Izquierdo, de mi promoción, gran amigo, guerrillero, ciclista, torero etc.
Pablito tiene mucho que ver con el nacimiento de esta iniciativa.







Aquí estamos en el comedor. Como podéis ver el Picacho es un sitio especial, hay de todo pero sin lujos. Dormimos en corimés con literas, eso sí con aire acondicionado. Hacemos cola para comer con bandeja, comida sana y abundante (la que dan en el tercio de extranjeros).




Para ir a la playa hay que dar un pequeño paseo, (se puede ir también en coche), 1Kmt más o menos. La paya está en bajo, por lo que a la vuelta hay que subir, extremo que viene al pelo para las cervecitas con gambas de antes de comer.
Esta foto la saqué el año pasado, podemos ver al Coronel de Caballería Fco Javier Martín Aparicio haciendo su recorrido diario. Murió este mes de Agosto, todos le hemos echado de menos.

En el trayecto hay un montón de conejos, de los que corren, bueno de los que corren mucho, y con este labrador perdido en la playa, que adoptamos, me dediqué a la caza furtiva.





Un día se hace un homenaje a la bandera con todas las familias formadas.
Pablo López Cristo arriando la bandera.









Pascual arengando a las tropas.

Plegado de la bandera antes de guardarla en la capilla.





Pablo cantó el himno de la Guardia Civil, en honor de los Guardias caídos en la guerra de Afganistán.

Finalmente tenemos que dejar el Picacho. Los niños se despiden contando los días que faltan para volver, porque el Picacho, es un campamento para los niños, y adultos con un niño dentro.

6 comentarios:

Gonzalo R-Colubi dijo...

Que envidia.¡Menudo ambientazo!Y cuantas caras conocidas. Me he alegrado mucho de ver a Felipón y Pablo Martínez Izquierdo. El primero es amigo desde pequeño. El segundo desde mayor. O al menos yo.
A quien si echo de menos es a Carlos Marín.
En el Cuartel de la Doma de Écija, acuñamos una frase: "La Doma sin Carlos, no es la Doma"

Antonio Ferratges dijo...

Pues el año que viene....
Nos apuntamos!!!

Chevi Jr. dijo...

Espectaculares esos mojitos, me ha preguntado Sonia que los vasos de donde son...

Anónimo dijo...

Muchas gracias Chevi... por tu gran aportación a este campamento del que cada dia nos sentimos orgullosos más gente.
Hasta el año que viene... que aunque sin caballos, está lleno de caballeros.
Pascual

Cristina Fdez. de Valderrama Alonso dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Cristina Fdez. de Valderrama Alonso dijo...

Pues mira Sonia, no es lo que parece. Los vasos de mojito picacheros, los compraron en Bohemia, creo que en el siglo XVIII mas o menos, siglo atrás, siglo alante.
De todas formas si el año que viene venís al Picacho, tendréis la oportunidad de llevaros uno de recuerdo, si tanto os han gustado. Nosotros así lo hemos hecho y no te imaginas lo bien que hemos quedado, cuando los hemos sacado después de cenar con amigos, a la hora del mojito. (Por cierto, no se cual es esa hora).