POR ANTONIO FERRATGES
Muchas veces me he preguntado si, realmente, tenemos lo que nos merecemos. Me lo sigo preguntando, sobre todo ahora que se acerca el final de año y tendremos que renovar nuestras licencias, tanto de jinetes como de caballos.
Me lo pregunto, me lo preguntaba, cada vez que me matriculaba en algún concurso y veía como se hacían, como se hacen, los concursos en el resto de Europa y como se hacen en España.
La verdad, no puedo parar de sorprenderme de la paciencia que tenemos y de lo realmente difícil que es mejorar, subir el nivel de este deporte y, en algunos casos, hacer las cosas de una manera racional y ordenada.
No voy a entrar en los precios que se pagan por las licencias (diferentes en varias comunidades autónomas), tanto de jinetes como de caballos y lo que las federaciones ofrecen a cambio. Me parece absolutamente desproporcionado.
Pienso, pensamos muchos, que el puesto de vocal en una federación, debería ser incompatible con negocios particulares relacionados con el mundo del caballo. Pienso que los cursos y titulaciones que deberían impartir la federaciones se deberían hacer atendiendo a los criterios de formación y mejora, no a criterios de clan o de intereses particulares.
¿Cómo puede ser que los jueces de pista, sean prácticamente siempre los mismos y sea tan difícil conseguir un curso? ¿Quién y por qué examina de los galopes a los jóvenes jinetes que empiezan su andadura en este deporte tan especial?
¿Como puede ser que, “profesor” sea cualquier persona que tenga un alumno?
Vivimos en un país en el que, en muchísimos casos, se siguen comprando los caballos sin contrato de compra venta, con las consecuencias que, en muchísimos casos, más de los deseables, vienen después.
Exceptuando la organización de grandes eventos ecuestres, la organización de los concursos en España deja bastante que desear y, desde luego, lo que se paga por las matrículas no está a la altura de los concursos, de los premios, de la organización y del ambiente, esto último, que sería tan deseable recuperar.
Sé de lo que hablo. El año pasado, por poner un ejemplo, ofrecí una cantidad de dinero que me restaba de un sponsor (con la que “está cayendo”) porque me habían faltado concursos. Le ofrecí esta cantidad de dinero a una conocida hípica (que está en decadencia, naturalmente. Con esa mentalidad…) y la respuesta del propietario fue “para que ganes dinero tu, ya lo gano yo”. Al final, tuve que devolver esa suma a una conocida empresa. En fin, sin comentarios.
Las propias elecciones para escoger al presidente de una federación, se hacen sin el concurso de todos los federados. El sistema permite que las votaciones se limiten a un círculo de…siempre los mismos.
Hay muchas cosas que hacer y, sobre todo, no “tirar la toalla”. Yo no lo voy a hacer, no nos han educado para eso. Pensamos, somos muchos los que pensamos, que SI HAY UNA MANERA DIFERERENTE DE HACER LAS COSAS.
Tenemos que impulsar los cambios de mentalidad, tenemos que denunciar y hacer públicas las barbaridades, abusos e incluso estafas que se producen en este deporte y quien los hace, buscando siempre el amparo legal.
Tenemos que impulsar que, las federaciones no sean “cortijos” y sirvan realmente a los intereses de este deporte y de sus federados. Tenemos que decir las cosas para poder cambiarlas.
Quisiera, desde estas líneas, invitaros a hacer las cosas…DE UNA MANERA DIFERENTE.
Antonio Ferratges
Chevi Sr.
4 comentarios:
Antonio, estoy totalmente de acuerdo con lo que escribes y te apoyo en la medida de mis posibilidades. Sin embargo, las cosas, en este país antes llamado España, siguen funcionando igual, por mucho que algunos hombres de bien intenten hacerlo mejor de lo que, por desgracia, se sigue haciendo. Y cuando digo "algunos hombres de bien" me refiero, por ejemplo, a los organizadores del pasado CSN* de Burgos, que se celebró los días 16, 17 y 18 de septiembre. Sólo se me ocurre decir que "se partieron el pecho" para que el concurso fuera competitivo, para que los jinetes y los caballos estuviéramos a gusto y nos apeteciera hacerlo lo mejor posible y volver, Dios mediante, el año que viene. Enrique García León, quizás el alma de ese concurso, con el que estuve charlando bastante rato y a quien desde aquí, nuevamente, le doy las gracias por su dedicación y entrega, me contó que toda su obsesión era repartir los premios de modo que, si te clasificabas en la prueba de 1,20 m., aunque fuera de décimo, por lo menos podías pagar o amortizar la matrícula, cosa que es de agradecer. Sin embargo, y a pesar de todos los desvelos del Comité Organizador y del Jefe de Pista (sencillamente estelar en su actuación, gracias José Ramón), hubo una nota muy discordante en la celebración del concurso. El caso es que, la Junta de Castilla-León se descolgó con una circular dirigida a todos los jinetes que no presentaran la documentación de sus caballos con todos los requisitos que exige la citada Junta (sensiblemente diferentes a los que se exige en otras Comunidades Autónomas), amenazando a éstos con las penas del infierno (cartas de apercibimiento, denegación de guías de transporte, sanciones administrativas, etc., etc.,). Lo gracioso del caso es que, aun a pesar de que la circular nos la entregaron en el momento en que llegábamos a las maravillosas instalaciones de la antiguamente llamada "Ciudad Deportiva Militar General Yagüe", los veterinarios de la Junta se presentaron con sus exigencias el Domingo por la tarde, último día de concurso, y se sucedieron las llamadas a todos los jinetes, durante el desarrollo de las pruebas oficiales, para que presentáramos los libros y los caballos a dichos veterinarios. No quiero alargarme más pero, semejantes actuaciones de los organismos oficiales son capaces de arruinar la labor del mejor comité organizador del mundo y la voluntad del jinete más sufrido. Yo lo he vivido en mis carnes y se de lo que hablo, aun a pesar de no haber tenido dificultades en ese concurso, pero es lastimoso que, por culpa de las Comunidades Autónomas, del Gobierno, de la Real Federación Hípica Española y de las Federaciones Autonómicas, los jinetes, que nos gastamos el dinero por amor al deporte y al caballo, tengamos también que gastar nuestra voluntad y nuestra paciencia para practicar este deporte que nos une a todos. Así que, Antonio, me solidarizo absolutamente contigo y con tu entrada, al tiempo que, otra vez, un HURRA por la organización de Burgos. Si Dios quiere, volveré.
Gracias Ramón;
Bueno, habría que añadir el magnifico trabajo que hacen el la federación Hípica Madrileña,donde me pienso federar el próximo año, y en otros muchos sitios donde todavía queda gente de "orden".
Desgraciadamente, no es lo que abunda. Creo que, si todos los que estamos un poquito asqueados denunciaramos como se están haciendo las cosas, en buena parte de nuestra querida España, quizá las cosas cambiaran.
Un fuerte abrazo y, como siempre, a tus órdenes,
Antonio, el sentido de la amistad te pierde, gracias, pero tú crítica constructiva incluye a la FHM.No utilizaré este foro para contar todo lo que venimos haciendo, entre otras cosas porque siempre habrá quien responda con "todo lo que aún no se ha hecho" y tendrá razón.
Gracias por la exclusión pero tomo nota.
Un fuerte abrazo.
La Federación Hípica Madrileña ha tenido ya varios detalles con el federado. Supongo que queda mucho por hacer, pero la intención se ve. Bueno, creo que se nos ve un poco el plumero; inevitable.
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