Un sobrino nieto del Fofi, le dedica unas palabras.
"Fofi"
"Ha habido pocos hombres en España, y menos en el
mundo, tan buenos, tan nobles, tan honrados y tan simpáticos como
"Fofi" Pimentel. Han pasado muchos años, muchas vicisitudes, muchos
eventos desde que se fue, pero sigo acordándome de Él como si fuera ayer. Mi
Padre le quería (para que os hagáis una idea, se besaban cuando se veían) y yo
le adoraba. No sólo por lo que mi Padre me contaba de Él y porque me cuidó en
el Depósito Central de Remonta "prestándome" un caballo
("Tarso" se llamaba) cuando yo era Sargento y no tenía derecho a un
caballo militar, sino porque, con el paso de los años, estuvimos juntos en
"Villaviciosa 14" y, además del día a día en el Regimiento,
compartimos tienda estando de maniobras en Chinchilla de Montearagón y, a lo
largo de ese día a día y de las maniobras, me enseñó, como si de mi propio
Padre se tratara, cómo debe ser un Señor, un Oficial y un Hombre de Bien. Y, a
María Dolores y a todos los Pimentel Pardo, un abrazo de todo corazón.
Sobrino Nieto de Fofi."
Chevi Sr.
7 comentarios:
He tenido la suerte de conocerlo siendo Tte. Col. Ayudante del entonces Capitán General de Madrid. Iba todos los días al “Villaviciosa 14” a montar un caballo que tenía estabulado allí su General.
Caballero, socarrón y excelente persona. Gracias a ello, pronto me gané su confianza, y al coincidir a menudo montando con él, pude observar cómo se puede ser un gran Jefe, siendo a la vez un gran señor.
No sólo me sugirió en su día, que pidiera la vacante publicada en el Depósito de Recría y Doma de Écija por mi afición al caballo; sino también, por el gran Jefe que iba a tener y que pude comprobar (Coronel Goróstegui), compañero e íntimo amigo suyo.
El haberme “estabulado” en Écija, ha tenido gran culpa el Coronel Pimentel, del que sentí de corazón su pérdida y le agradeceré siempre su consejo.
Le conoci en Jerez mandando (eso era Mandar, no como ahora) la Yeguada.
Un gran jefe y mejor persona
El "Sobrino Nieto" que hace el comentario soy yo, Ramón Muñoz, y he firmado "Sobrino Nieto" porque era como Él me llamaba siempre.
El padre de nuestro querido Fofi, el General Pedro Pimentel Zayas, tenía un cuadro de grandes dimensiones en salón anexo a la cafetería de la Hípica de San Sebastián. Supongo, espero, que todavía esté.
De uniforme y con su Medalla militar individual. Le fue concedida el 9 de Noviembre de 1937 por su heroico comportamiento en los combates de la Cuesta de las Perdices y batalla del Jarama. Mandando el denominado Regimiento 8 en base a la VI Bandera de la Legión y el VII Tabor de Regulares de Melilla
Un muy fuerte abrazo a toda la familia Pimentel, amigos desde hace muchísimos años.
En una vieja entrada comenté esta anécdota que transcribo de nuevo.
Hoy voy a comentar una de las múltiples anécdotas cuarteleras. La vida militar es tan variada y cada uno de nosotros ha pasado por tantas, que harían imposible su recopilación. Ya lo intentó el entonces Teniente Coronel “Fofi Pimentel” que contaba a sus Capitanes su inacabable Libro de los Grillos, al que ya he visto alguna alusión en el blog y que por cierto, recibió unos honores poco habituales.
Se había roto una pierna y medio convaleciente y con una especie de artilugio a modo de escayola decidió visitar al 1º Escuadrón en su salida a Herencia en diciembre de 1984. “Espero que me recibas con cohetes dado mi estado”. Y con cohetes le recibimos al entrar en el vivac y con una buena traca de propina. Eran indudablemente otros tiempos.
Efectivamente, el "Libro de los Grillos" tuvo un principio, pero no tiene fin, como acabas de demostrar Jesús...
Estimado Sr. Sobrino Nieto,
En el dia que se cumplen doce años del fallecimiento de mi padre, he tenido ocasion de leer su cariñoso comentario. Mi madre, que como ya ha indicado mi cuñado javier es una internauta consumada, y todas mis hermanas y hermanos le agradecemos sinceramente sus palabras y estamos seguros de que nuestro padre en el cielo, puro en mano, tambien se sentira profundamente agradecido por sus palabras y por ver que su legado como persona no solo llego a sus hijos sino tambien a sus compañeros.
Le envio un fuerte abrazo en nombre de toda la familia Pimentel Pardo
Atentamente,
Jose Maria Pimentel Pardo
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