LA AMISTAD
En primer lugar quisiera
disculparme por algunas palabras vertidas y escritas minutos después de
enterarme de la pérdida, hoy hace una semana, de mi amigo el Sr. Barney por un
trágico y mortal atropello.
Sí, queridos poetas, el Sr Barney
era mi amigo, nadie debe de extrañarse por eso. Nuestra amistad cumplía todos y
cada uno de los requerimientos de esa relación.Comprensión mutua, saber
escuchar, estar siempre a tu lado cuando le necesitas, lealtad, generosidad,
etc…
Los niños, los mejores. Saben
mucho de esto, tienen peces, pájaros, tortugas, hámster; son sus amigos,
inseparables, compañeros, colegas. Ellos
sí saben y se deleitan con la amistad. Algunos hasta se los buscan imaginarios.
Pero porqué los adultos no ???. Quizá por eso, porque se han hecho adultos y
han perdido al niño. Ustedes, queridos
poetas, algunos supongo, también saben de esto, ¿a que sí? ¿Quién no ha hablado
con su caballo? Hasta el protagonista de Jappeloup le pide que no se pare en el
desempate.
Los que han disfrutado y disfrutan
de esta relación lo entenderán mejor, los que no, se lo pierden.
El precio a pagar por esta
amistad es el sufrimiento de la pérdida, un dolor agudo que te deprime y que no
comprendes. Pero merece la pena, es mucho más lo que te dan, tanto es que compensa
ese retortijón de dolor.
Busquen amigos, busquen, incluso
entre los humanos, los hay por todas partes y disfruten de ellos, no se lo
pierdan.
Hace mucho tiempo, cuando era un
niño, alguien me dijo que cuando se pierde a un ser querido éste pasa a formar
parte de una guardia pretoriana que te protege y vela por ti. Yo siempre he
creído eso, me produce una sensación agradable.
Espero que el primer trabajo del
Sr. Barney en este nuevo cometido no haya sido la abdicación de su Majestad. O
sí, quien sabe¡¡¡¡.
Angel Gonzalez.
5 comentarios:
Querido Ángel:
Yo, como todos los poetas saben, tengo dos perros y, aunque me gustan todos los animales en general, nunca he sido amigo especial de los gatos. Sin embargo, he de reconocer que el Sr. Barney, por lo que se ve en las fotos y deduzco de tus palabras, era un tipo guapo de cojones y un buen amigo y compañero. Lo siento mucho, de verdad, y espero que os recuperéis pronto de su pérdida. Abrazos a toda la familia.
Estimado Ángel: Quiero expresarte mis condolencias por la muerte, en un trágico atropello, de tu gato Sr.Barney, un precioso ejemplar según las fotos que ilustran la necrológica de tu artículo. A mi me gustan mucho los gatos, en casa tengo dos, y la verdad es que nos dan mucha compañía. Mucho ánimo y un abrazo
Ángel, yo en un tono un poco más simple (todavía soy capitán), simplemente decirte que te entiendo y que haces bien en ciscarte en los muertos de quien consideres.
Estas cosas son así y que yo te escriba no va a solucionar nada, pero ¿sabes que? que yo también me cago en su puta madre, y eso ya une más...
Un abrazo.
Eso Ángel, eso; que, como decía mi Madre, "Criticar une mucho". Yo también me cisco en los muertos del que la cagó y se dió a la fuga. Abrazos y nos vemos en Burgos.
Ángel, en el 2003, mi hijo tenía 9 años y sacó a pasear a mi Thsi-shu. Suzuki se llamaba. Mi hijo lo sacaba de vez en cuando con unos patines de esos que llaman en línea, y en un semáforo que estaba en rojo para los peatones paró con Suzuki a esperar a que se pusiera verde. El perro, que era muy obediente, esta vez se adelanto medio metro y otro hijo de puta, seguramente del nivel del que atropelló al Sr. Barney, atropelló a Suzuki. El perro murió en el acto. Pero lo malo es que el citado hijodeputa, ni siquiera paró a ver qué había pasado con el perro, o con el niño.
Como verás, hijosdeputa hay en Madrid, en Zaragoza y en todas partes.
Se bien lo que se siente. Lo siento, y si te enteras de quien fué ese hijo de la gran puta, me ofrezco a ayudarte a darle de ostias, que es lo único que se merece. A "mi" hijoputa no lo llegué a encontrar nunca.
Un fuerte abrazo.
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