LA LENGUA VALENCIANA DE AUSIAS MARCH Y TIRANT LO BLANC
De La Chanson de
Roland a Tirant lo Blanc cuatro siglos de occitano aragonés
En
el siglo VIII se produce la invasión musulmana de la península
Ibérica 711 a 726. Pronto Carlomagno, el rey de los francos inicia
un proyecto de reconquista para asegurarse una zona de seguridad ante el avance
musulmán. Nació así la “Marca Hispánica”. La reconquista de los
carolingios, que llegó hasta Barcelona en el año 801, comprendía la zona
norte de los territorios que hoy se conocen como Cataluña, la reconquista de
los territorios de la zona más al sur, de Barcelona a Tarragona, se hicieron
esperar hasta el siglo
XIII.
La
influencia de las lenguas germánicas y del árabe, sobre el latín del imperio
que se hablaba en estos territorios, influyó de manera diferente según en qué
zonas de la Marca Hispánica se habitaba.
Durante
este periodo, de cuatro siglos, acontecen los grandes cambios en el protoromance y
que propiciaron la formación de las lenguas románicas. Gracias al esfuerzo del
emperador Carlomagno se produjo dentro del Imperio Carolingio, del cual formaba
parte la "Marca Hispánica", un renacimiento intelectual (la
renovatio carolingea) que promovía el renacimiento de la cultura latina
cristiana. Para hacerlo efectivo, Carlomagno, propuso el restablecimiento del
latín literario. El resultado de este intento fue que la inmensa mayoría de la
gente no entendía lo que se le decía y comenzó a tomar conciencia de que
aquel latín, que
pensaban que hablaban, había evolucionado hasta el punto de convertirse en una
lengua completamente diferente.
Desgraciadamente,
y aunque se piensa que la lengua occitano aragonesa siguió una evolución
paralela a la del resto de las lenguas románicas, la documentación que ha
sobrevivido no es directa, y no explicita la conciencia de diferenciación entre
el latín y el primitivo romance de las diferentes zonas occitano aragonesas.
Por varios indicios, podemos afirmar que el latín hablado en este rincón de la
península Ibérica, hacia el siglo VIII d.C.,
había evolucionado bastante como para diferenciarse de la lengua vulgar de Roma
y ser notablemente diferente. No obstante, constatamos que los documentos de la
época están escritos en latín.
En
el siglo IX, en documentos cotidianos (testamentos, actas, ventas, etc.)
aparecen palabras y construcciones que nos indican que la lengua oral, de quien
redactaba ese escrito, era bien diferente de aquella en la que se escribía. En
este mismo siglo IX se produce una decisión importante para las lenguas románicas:
la Iglesia Católica decidió, en el Concilio de Tours del año 813, que había que
traducir las homilías “in rusticam romanam linguam” para
que los feligreses entendieran la Palabra.
En
el siglo XII ya aparecen textos en occitano aragonés. Se trata de textos
jurídicos y comerciales. En Aragón las ciudades crecían y la vida comercial
acontecía como uno de los ejes de la vida económica. En este contexto, los
pactos feudales o las leyes
francasquedaban inadecuados y era necesario adaptarlas a la nueva
situación. Entre los textos jurídicos hay que destacar los Usatges de
Barcelona (originariamente escritas en latín, pero tenemos una
traducción al occitano aragonés de la segunda mitad del siglo XIII). En
Valencia, y respondiendo a la necesidad de organizar jurídicamente el
territorio acabado de conquistar, apareció un texto de gran importancia
jurídica y lingüística: los Fueros de Valencia (en latín en el
1261 y traducidos al occitano aragonés a continuación). Se trata de un tratado
jurídico que establece las costumbres y leyes para la regulación cotidiana.
Igualmente
es de la segunda mitad del siglo XIII el libro Costumbres de Tortosa,
un código de derecho. Del siglo XIII son
también las homilías de Organya (comentario enlengua occitano
aragonesa de unos pasajes del Evangelio, escritos
en latín). Se
trata de una colección de sermones, conservados en esta población, que, junto
con el Forum, se han considerado tradicionalmente los primeros
textos en occitano aragonés.
El
mallorquín Ramón Llull (1232-1315) es el creador de la prosa
literaria en lengua románica popular occitana aragonesa. Es el primer escritor
europeo que utiliza una lengua románica popular para tratar sobre temas que
hasta entonces estaban reservados al latín: filosofía, ciencia, etc. Esto lo
hizo para no reducir su obra al campo de la gente que conocía latín.
A
finales del siglo XIII y durante el XIV, junto a las crónicas latinas de
carácter erudito y monacal, aparecen en el Reino de Aragón unas crónicas de
tipo popular para ser memorizadas y recitadas. Destacan entre ellas las
denominadas “quatre croniques”: la de Jaime I de Aragón, la de Bernat
Desclot, la de Ramón Muntaner y la de Pedro “el Ceremonioso”. Se caracterizan
por el hecho de historiar acontecimientos contemporáneos. La elaboración de las
cuatro grandes crónicas se tiene que relacionar con la expansión de la Corona
de Aragón, más allá de sus fronteras en la península Ibérica. Jaime I el
conquistador fue uno de los impulsores de la Reconquista destacamos; la
conquista de Mallorca en 1229 (treinta años
antes de la transferencia de Cataluña del reino franco al reino de
Aragón), la de Valencia 1238 (diez años antes de la transferencia de
Cataluña), la de Sicilia en 1282,
Cerdeña en 1327 y
finalmente la de Grecia y Neopatria a inicios del XIV. Remarcamos que
aragoneses es la denominación habitual con la que se conoce, en el Mediterráneo
de la época, a los nativos de todos los territorios bajo la corona de Aragón.
Pedro
IV de Aragón (1319-1387) se dio cuenta que existía un estrecho vínculo entre el
poder y la lengua, y por ello propuso reformar la Cancillería Real.
La Cancillería había sido creada en el siglo XIII y era un organismo
administrativo y burocrático. Con la reforma de Pedro IV entraron a trabajar, a
la Cancillería, gentes muy preparadas en los campos de la Teología el derecho
la gramática etc. etc. Su tarea era redactar los documentos oficiales, que
pronto fueron considerados modelos del buen escribir.
Hasta
que en el siglo XV Ausiàs March (1397-1459), que fue
uno de los poetas más importantes del siglo de oro valenciano, empezó
a escribir poesía sin occitanismos, la lengua en que se escribía la poesía en
la Corona de Aragón era el occitano,
pero no era una forma de occitano de ninguna localización geográfica concreta:
era una lengua koiné literaria, a menudo artificial, común de todas las cortes
occitanas. Si actualmente el catalán y el occitano son dos lenguas muy parecidas,
en aquella época lo eran mucho más y, por lo tanto, los poetas occitano
aragoneses no debían tener muchas dificultades para escribir en esa lengua
koiné.
En
el año 1410 muere sin descendencia el rey Martin el Humano que fue rey de
Aragón, Valencia, Mallorca, Cerdeña y Conde de Barcelona. Igualmente fue rey de
Sicilia entre 1409 y 1410. Con él se extingue una dinastía occitano
aragonesa. El heredero al trono de la Corona de Aragón sale del Compromiso
de Caspe (1412) y es Fernando de
Antequera, de la dinastía castellana de los Trastamara. Hay quién ve en
este cambio de dinastía el primer síntoma de decadencia en la cultura occitano
aragonesa, pero lo cierto es que este siglo XV pasó a la historia como el siglo
de oro valenciano, el más glorioso para la historia de la literatura occitano
aragonesa. Durante este siglo XV Barcelona y Cataluña pierden peso
específico en la confederación occitano aragonesa en favor del Reino de Aragón,
que se erige en el motor económico y cultural de toda la Corona a lo largo del
siglo.
La
poesía culta de esta zona en el XV inicia una tímida ruptura con la poesía trovadoresca:
los valencianos Jordi
de Sant Jordi y Andreu
Febreroson dos ejemplos de este tímido abandono de formas y fondos
trovadorescos, si bien utilizan un occitano aragonés lleno de occitanismos.
El
primer poeta valenciano que rompe definitivamente con la poesía trovadoresca es Ausiàs March (1397-1459). Su obra poética, de
más de diez mil versos, presenta sólo una veintena de occitanismos, es el
fin de la influencia de los trovadoresprovenzales
y el comienzo de una poesía plenamente occitano aragonesa. En el siglo XV, la
novela en valenciano se encuentra en pleno auge.
La
gran obra narrativa del siglo XV y del valenciano medieval es el Tirant
lo Blanc de Joanot Martorell (acabada por Martí Joan de Galba), de la
cual Cervantes hace decir al Quijote que se trata de una de las mejores obras de
caballerías escritas hasta entonces. Trata la historia de un caballero bretón
que va a Constantinopla para luchar contra los turcos. Se observan dos estilos
según el momento narrativo: uno culto y solemne y otro vivo y directo que
recoge el habla coloquial de Valencia en esa época.
“Dígoos verdad, señor compadre, que, por su estilo, es
éste el mejor libro del mundo: aquí comen los caballeros, y duermen, y mueren
en sus camas, y hacen testamento antes de su muerte, con estas cosas de que
todos los demás libros de este género carecen. Llevadle a casa y leedle, y
veréis que es verdad cuanto dél os he dicho”
Tirant
lo Blanc es la novela profana más leída durante el XV. La obra, considerada
pieza maestra de la narrativa valenciana y universal de todos los tiempos, es
una novela total: caballeresca, histórica, militar, de costumbres, erótica,
psicológica, etc. Sobre una base inicial de la Materia de Bretaña, Joanot
Martorell construye la obra yuxtaponiendo fuentes orales y escritas de
procedencia diversa: artúricas, clásicas, italianas, españolas, etc.
En
aquellos momentos del siglo
XV ya hacia siglos que se discutía la unidad lingüística de la
zona, y es en ese momento que surge el término de “prosa valenciana” referido
sobre todo a un estilo de escritura determinado, caracterizado por la
preciosidad y artificiosidad, con calcos del latín que desembocaban en
una retórica barroca.
Es una prosa "de arte".
El
origen de la actual extensión de aquella lengua románica popular,
en sus diferentes variedades, se encuentra en la Corona de Aaragon, donde el
romance era la lengua dominante, hablada por el 80% de la población. En algunos
territorios, como las Islas Baleares y Reino de Valencia, donde ya se hablaba
romance, arraigó más el occitano aragonés. En otros territorios aragoneses por
conquista, como en el Alguero, se ha conservado con dificultades. Y en lugares
como Grecia, el
occitano aragonés no consiguió arraigar. El proceso para la nueva repoblación
del Reino de Valencia fue una tarea larga que no acabará hasta el siglo XVII,
tras la expulsión de los moriscos.
Para
concluir queremos enfatizar que la actual Comunidad Valenciana fue conquistada
a los árabes, para las coronas de Aragón y Castilla, con veinte años de
anterioridad a la anexión de Cataluña a la Corona de Aragón y esto por canje de
territorios con el reino de Francia. Y deducimos que la lengua valenciana, de Ausias March y Tirant lo Blanc, no es dialecto
ni derivación del catalán. Antes bien lo será del occitano aragonés anterior al
XV en el que se escribió la Chanson de Roland.
HIMNO DE LA COMUNIDAD VALENCIANA
Chevi Sr.
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